El aumento del mes pasado, superior a los 0.2 puntos que habían previsto los analistas, situó a ese indicador en 95.9 unidades y se produce después del retroceso de 0.4 puntos de agosto, según los datos revisados a la baja por esa entidad, que inicialmente había anunciado un retroceso de 0.1 para agosto.
"Este indicador apunta a que la economía fluctúa alrededor de una tendencia de crecimiento lento. La tasa de crecimiento de los seis últimos meses se ha ralentizado sustancialmente, pero todavía se mantiene en expansión gracias al mercado inmobiliario y financiero", dijo el economista de The Conference Board Ataman Ozyildirim.
Según otro de los expertos de esa firma de análisis, Ken Goldstein, "el mayor desafío sigue siendo la debilidad de la demanda, tanto a escala nacional como global", puesto que a su juicio impide a los mercados financieros, al comercio internacional y al sector industrial global "recuperar un terreno más firme".
Este indicador se basa en el estudio de diez variables económicas, como la media de horas trabajadas, los nuevos pedidos industriales o la construcción de viviendas, con el fin de mostrar una visión sobre lo que se espera que ocurra con la economía de Estados Unidos en los próximos tres a seis meses.