En un comunicado, la máxima casa de estudios sugirió, principalmente a las personas adultas mayores y a los niños, que en la medida de lo posible eviten estar al aire libre y se hidraten adecuadamente.
A la población en general, en caso de ejercitarse por la mañana, hacerlo lo más lejos posible del tránsito y prescindir de actividad física al aire libre al final de la tarde, momento en que los niveles de ozono son más altos.
“Lo recomendable es llevar a cabo la rutina de ejercicio en interiores, asistir a un gimnasio o correr en pistas cubiertas”, detalló la UNAM.
Asimismo, se deben evitar zonas de fumadores, al igual que la combinación de calor, humedad y contaminación, añadió.
Los peligros asociados a las altas concentraciones de ozono son irritación en vías respiratorias y riesgo de ataques de asma.
Además del riesgo a la exposición crónica de contaminantes, es preciso sumar la aguda –que se registra en los días de contingencia–, que puede provocar tos, dolor de pecho, irritación de garganta y ojos, dolor de cabeza, mareo, náuseas y cansancio, expuso la UNAM.
En ambos casos, reiteró la casa de estudios, los grupos poblacionales más vulnerables son los niños y las personas adultas mayores, además de individuos con enfermedades respiratorias crónicas.
Todos los sectores deben asumir responsabilidad en este problema: las autoridades de medio ambiente, la industria, los comerciantes y los ciudadanos, enfatizó.
Este miércoles, luego que fuera levantada la Fase 1 de Contingencia Ambiental, no podrán transitar los vehículos con engomado rojo, así como terminaciones de matrícula 3 y 4.