James Bond se pelea con los adoquines romanos

James Bond se pelea con los adoquines romanos

Las orillas del Tíber están más limpias que nunca, no se ve una sola bolsa de plástico ni basura. Por las calles ondean al viento los precintos que cortan el tráfico. Varios hombres, vestidos con ropa oscura, recogen cables y luces. Un par de turistas intentan entender qué sucede. "Es todo por James Bond", les explica un taxista.

Desde hace dos semanas, Roma acoge una parte del rodaje de "Spectre", la nueva entrega de las aventuras del agente secreto 007 que llegará en noviembre a los cines dirigida por Sam Mendes. Tanto en el centro histórico como en el paseo junto al Tíber, en los alrededores del Vaticano o en el barrio EUR que mandó construir el dictador Benito Mussolini, Daniel Craig y sus compañeros de reparto son el centro de atención de romanos y curiosos. Los paparazzi celebran la oportunidad de poder fotografiar al actor británico junto a la italiana Monica Belluci, que a sus 50 años da vida a una de las "chicas Bond" del filme. A su lado, se distingue también la silueta del "villano" Christoph Waltz.

Sin embargo, no todo el mundo está entusiasmado con el filme. "Está todo bloqueado", dice indignado un empresario a un reportero en el Corso Vittorio Emanuele. La calle es una de las principales arterias del centro, pero si cierra, el ya de por sí denso tráfico de la capital italiana se colapsa aún más. Una pareja de turistas cuenta a los reporteros que no pueden ir a su hotel porque la calle está cortada, mientras que otros temen que el rodaje pueda dañar los incontables tesoros arqueológicos de la ciudad.

Pero no sólo los romanos y los miles de turistas que visitan la capital se ven afectados por el rodaje, sino que el propio equipo de la película está teniendo que hacer frente a obstáculos que enervarían a cualquier ciudadano: los adoquines mal colocados y los baches. Incluso el propio 007 se dio de bruces con su Aston Martin y acabó en el médico. Hubo una escena con el famoso auto que tuvo que ser repetida una y otra vez porque el ruido al circular sobre los adoquines era demasiado, informan medios locales.

"Los rodajes no sólo traen molestias a Roma, sino enormes ventajas", subrayaba no obstante el presidente de la comisión cinematográfica de Roma y Lacio, Luciano Sovena. Según calcula, Roma embolsará en torno a un millón de euros (1,2 millones de dólares) en tasas con el rodaje, que continuará hasta mediados de marzo. Y eso además de los beneficios que reportará a restaurantes, bares, hoteles y negocios el hecho de que 200 personas del equipo del filme estén en la ciudad.

Y por supuesto, tampoco hay que obviar la cuestión de la imagen: todo el mundo verá cómo James Bond recorre la Ciudad Eterna (además de Londres y localizaciones en México y Austria), lo que supone una publicidad difícil de mejorar. "La película aumentará el interés turístico a nivel internacional", sostiene Sovena.

Por último, también la industria cinematográfica romana sale ganando con este rodaje. Pues aunque la ciudad siempre ha sido un atractivo escenario para el cine -inmortalizada entre otros por Federico Fellini en su clásico "La Dolce Vita"- aquellos años dorados de los estudios Cinecittà hace tiempo que quedaron atrás.

Entre las últimas producciones que volvieron a poner el foco en Roma figuran "To Rome With Love", de Woody Allen, o "La Grande Bellezza", de Paolo Sorrentino. Pero James Bond es otro nivel. Actualmente, el gobierno italiano intenta atraer grandes producciones extranjeras con incentivos fiscales, y antes del rodaje de "Spectre" aplazó una ley que obligaba a someter a examen las armas de fuego utilizadas en un rodaje. Así, el 007 puede disparar sin problemas.

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