Según informó la empresa Mindset en un comunicado en su página web, el test de pruebas en carretera del organismo independiente TÜV-Germany realizado ayer sobre un prototipo con una batería de 200 kilos consiguió una energía de 52 kilovatios por hora (kWh) con una carga, lo que supone una densidad de 0.26 kW por kilo.
El gran reto de los vehículos híbridos y eléctricos es conseguir fabricar baterías con suficiente autonomía, pero a la vez no demasiado voluminosas y pesadas; en este sentido la firma suiza opinó que estos resultados suponen "un gran progreso en el sector".
Los 0.26 kW/kg de densidad que se han conseguido con esta prueba duplican los 0.13 kW/kg que los anteriores modelos de la compañía habían alcanzado y representan "un valor añadido en la densidad de energía en comparación con sus competidores bastante superior al 100 por ciento".
Los resultados conseguidos hasta el momento evidencian que este modelo puede aumentar su autonomía hasta un 75 por ciento, si bien serán necesarias pruebas adicionales para comprobar si se cumplen condiciones térmicas básicas durante la carga y descarga de las baterías, así como determinar el tiempo de carga de las mismas.
Según las mismas fuentes, esta tecnología, que todavía está pendiente de una patente, se aplicó por primera vez en este prototipo.