Detalló que el negocio de la importación y distribución de las gasolinas que México requiere, representa una sangría de 30,000 millones de dólares al año, cuyas ganancias se acabarían con la construcción de cinco nuevas refinerías que él propone, para producir los combustibles que el país necesita.
Además, permitirían acabar con el absurdo de vender petróleo crudo y comprar derivados de éste, señaló en su habitual conferencia de prensa matutina, el abanderado del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
López Obrador subrayó que sería interesante conocer quiénes están detrás de este lucrativo negocio, mientras que el resto de la población resiente el impacto del aumento al precio de los combustibles.
El tabasqueño expuso que el precio de las gasolinas que llegó a 10.18 pesos por litro de Magna, 10.84 de la Premium y 10.54 del diesel, significa que en el sexenio aumentaron 45 por ciento, mientras que la inflación fue de 22.10 por ciento y el aumento al salario mínimo, en el mismo periodo, fue de 19 por ciento.
Mencionó que estos datos reflejan la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y el lucrativo negocio que representa para quienes se benefician de la importación y distribución de las gasolinas.
Al referirse a los momentos hostiles por los que pasó Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, López Obrador indicó que los jóvenes están informados, rechazan la corrupción, la red de complicidades.
Afirmó que los jóvenes no creen en la publicidad y no se les debe menospreciar intentando explicar con organizaciones ajenas su reacción ante la crítica situación del país.