El funcionario señaló que el Decreto del IMP, publicado el pasado 31 de octubre como resultado del reciente establecimiento de los Reglamentos para la instrumentación de la Reforma Energética, marca el principio de un proceso de transformación de esta institución.
El nuevo marco legal convierte al IMP en una institución necesaria para el desarrollo de la industria petrolera con oportunidades, pero también con nuevas reglas del juego a las que debe adaptarse rápidamente.
Eso dijo el funcionario en un comunicado, “nos obliga a tener excelencia técnica y administrativa, a generar resultados, mejorar nuestros índices de desempeño, avanzar en la creación de proyectos y mejorar la tasa de ocupación”.
Señaló que en el marco del nuevo decreto el IMP sigue siendo un organismo público descentralizado que vive de su trabajo, lo cual es una de las grandes fortunas de la institución porque garantiza una mayor autonomía de gestión para el instituto; decisión técnica, operativa y administrativa, sectorizada a la Secretaría de Energía; así como rumbo, destino y proyección hacia el futuro.
Por otra parte, el Instituto cuenta con una enorme ventaja, casi 50 años de conocer cuáles son los problemas de la industria, así como haber desarrollado algunas capacidades de excelencia y estar en proceso de desarrollar otras.
Entre los cambios del nuevo Decreto destacan que el IMP está sujeto a la Ley de Ciencia y Tecnología e incorpora de forma explícita el escalamiento de procesos y productos para su comercialización, lo que obliga al IMP a patentar sus ideas y llevarlas al mercado, porque ya no es suficiente con sólo publicarlas.
Establece también la eliminación para otorgar diplomas de especialidad y grados académicos de maestría y doctorado. Asimismo, se señala que los ingresos y bienes del Instituto no estarán sujetos al pago de impuestos, derechos o cargos fiscales, cualquiera que sea el nombre con que se les designe.