Entre enero y septiembre, Neste Oil obtuvo un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 530 millones de euros, un 44 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, gracias al aumento de la demanda de combustibles y de los márgenes de refinado.
En cambio, su beneficio operativo comparable se redujo un 5.3 por ciento hasta los 142 millones de euros, lastrado por las pérdidas de su división de combustibles renovables y por las obras de mantenimiento en una de sus refinerías durante el segundo trimestre.
La facturación de Neste Oil ascendió a 11,251 millones de euros, un 34.4 por ciento más que en los nueve primeros meses de 2010, gracias a un mayor volumen de ventas y al aumento de los precios de los carburantes.
Los resultados del tercer trimestre fueron relativamente débiles, ya que la compañía no obtuvo ningún beneficio neto pese a facturar 4,105 millones de euros, un 33.9 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, su beneficio operativo comparable creció casi un 16 por ciento en estos tres meses y superó con creces las previsiones de los analistas, por lo que las acciones de la compañía se revalorizaron más del 15 por ciento en la Bolsa de Helsinki, su mayor aumento en los últimos seis años.
A ello contribuyeron también las previsiones de la petrolera finlandesa para el último trimestre del año, que contemplan un aumento de las ventas de combustibles renovables superior al 50 por ciento en relación a 2010.
Neste Oil aspira a convertirse en el mayor productor mundial de biodiesel, para lo cual ha invertido 1,220 millones de euros en la construcción de dos gigantescas plantas en Singapur y Rotterdam (Holanda), cuya capacidad conjunta asciende a 1.6 millones de toneladas anuales.