Neste Oil obtuvo un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 511 millones de euros entre enero y septiembre, un 1.7 por ciento menos que en los mismos meses del año anterior.
Su beneficio operativo cayó un 10.5 por ciento hasta los 264 millones de euros, aunque sus ganancias operativas comparables (sin contabilizar ingresos y gastos extraordinarios) aumentaron un 70 por ciento, hasta los 270 millones de euros.
La facturación de la compañía ascendió a 13,256 millones de euros, un 17.8 por ciento más que en los nueve primeros meses del año anterior, gracias a un mayor volumen de ventas y a la subida de los precios de los carburantes.
El margen de ganancia en el refinado de crudo, el principal negocio de Neste Oil, se incrementó un 6 por ciento respecto a 2011, desde los 9.32 dólares por barril hasta los 9.88 dólares.
Sin embargo, su rentabilidad se vio negativamente afectada por las obras de mantenimiento en varias de sus refinerías y por los 13 millones de pérdidas de inventario registradas en 2012, frente a los 141 millones de ganancias ingresados por este concepto el año anterior.
La compañía expresó su satisfacción en un comunicado por la mejora del rendimiento de su división de combustibles renovables, que casi triplicó sus ventas y logró reducir sus pérdidas operativas desde los 148 millones de euros en 2011 hasta los 54 millones de este ejercicio.
Neste Oil aspira a convertirse en el mayor productor mundial de biodiesel, para lo cual ha invertido 1,220 millones de euros en la construcción de dos gigantescas plantas en Singapur y Rotterdam (Holanda), cuya capacidad conjunta asciende a 1.6 millones de toneladas anuales.