Neste Oil obtuvo un beneficio operativo de 323 millones de euros, un 15 por ciento menos que en 2010, aunque sus ganancias operativas comparables (sin contabilizar ingresos y gastos extraordinarios) disminuyeron un 35 por ciento, hasta los 156 millones de euros.
La facturación de la compañía ascendió a 15,420 millones de euros, un 29.6 por ciento más que en el ejercicio anterior, gracias a un mayor volumen de ventas y al aumento de los precios de los carburantes.
El margen de la ganancia en el refinado de crudo, el principal negocio de Neste Oil, se incrementó ligeramente desde los 8.14 dólares por barril en 2010 hasta los 8.48 dólares del pasado ejercicio.
Sin embargo, su rentabilidad se vio negativamente afectada por los malos resultados de su división de combustibles renovables, cuyas pérdidas operativas se triplicaron hasta los 170 millones de euros por el fuerte aumento de los costes de producción.
Los resultados del último trimestre fueron menos negativos de lo que esperaban los analistas, lo que provocó que las acciones de la compañía se revalorizaran más de un 5 por ciento en la Bolsa de Helsinki.
Neste Oil aspira a convertirse en el mayor productor mundial de biodiesel, para lo cual ha invertido 1,220 millones de euros en la construcción de dos gigantescas plantas en Singapur y Rotterdam (Holanda), cuya capacidad conjunta asciende a 1.6 millones de toneladas anuales.
"Aunque nuestra división de renovables fue de nuevo deficitaria en 2011, estamos en el camino correcto para hacerla rentable, ya que hicimos progresos alentadores en el aumento del volumen de ventas y en la ampliación de nuestra cartera de clientes", señaló el consejero delegado de la compañía, Matti Lievonen.
Para 2012, Lievonen confía en que Neste Oil mejorará "considerablemente" su beneficio operativo comparable, siempre que los márgenes de refinado y las ventas de biodiesel se mantengan en los mismos niveles que en 2011.