Entre enero y septiembre, Neste Oil obtuvo un beneficio operativo de 177 millones de euros (245 millones de dólares), lo que supone una caída del 45.7 por ciento respecto a los mismos meses del año anterior.
Sin embargo, su beneficio neto de explotación (EBIT) aumentó un 3.4 por ciento, hasta los 150 millones de euros (207 millones de dólares), gracias al aumento de la facturación y de los márgenes de refinado de petróleo, el principal negocio de la compañía.
Las ventas netas de Neste Oil ascendieron a 8,366 millones de euros (11,580 millones de dólares), un 17 por ciento más, empujadas por la recuperación de la actividad industrial tras la crisis económica y por el aumento del consumo privado de combustibles.
A pesar del aumento de las ventas, la rentabilidad de la compañía se vio afectada por la caída del 70 por ciento de las ganancias de inventario y por el traspaso de su fondo de pensiones a varias compañías de seguros, según la petrolera.
Los resultados del tercer trimestre fueron especialmente positivos, ya que el grupo finlandés mejoró todos los indicadores y aumentó su beneficio neto un 48 por ciento, hasta los 110 millones de euros (152 millones de dólares).
Para el último trimestre del año, Neste Oil espera beneficiarse de un mercado del gasóleo algo más fuerte, gracias a la creciente demanda de combustible, y calcula que aumentará ligeramente su margen de refinado respecto al trimestre anterior.