El Ministerio de Comercio chino dio el visto bueno esta semana a la operación, que ya cuenta desde hace meses con la aprobación de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el máximo órgano de planificación económica de China.
El pasado 6 de julio, la Comisión Europea (CE) también dio luz verde al proceso de adquisición, iniciado el pasado marzo y que las partes tienen previsto que quede completado en el tercer trimestre del año.
Según el portavoz de Geely, Ning Shuyong, citado hoy por el diario, el precio de la compra será de 1,800 millones de dólares.
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Una vez completada la operación, se convertirá en la mayor adquisición de una empresa extranjera por parte de un fabricante de automóviles chino.
Geely planea producir coches de la marca Volvo también en China, para lo que ya ha contactado con varios gobiernos locales para establecer fábricas, entre ellos, el de Shanghái, donde Geely construirá una planta y establecerá la sede de Volvo en el gigante asiático, según el diario.
Con todo, la compañía china aseguró en la firma del acuerdo de compra, en marzo, que conservará las dos plantas de producción de Volvo en Torlanda (Suecia) y Gante (Bélgica), aunque ya adelantó que estudiaría la posibilidad de fabricar nuevos modelos de la marca sueca en China.
La firma china obtuvo unos beneficios netos de 1,180 millones de yuanes (172 millones de dólares) en el 2009, lo que supuso un aumento del 35 por ciento interanual.