La planta estará ubicada en el estado de Bahía, tendrá una inversión aproximada de 50 millones de dólares y generará unos 250 empleos directos e indirectos, según anuncio realizado por la VSK Tactical en el marco de la Exposición Latinoamericana de Espacio y Defensa (LAAD, por su sigla en inglés), la mayor feria del sector de defensa de la región.
El proyecto estará coordinado por la subsidiaria brasileña de la VSK Tactical, compañía estadounidense especializada en asesoría militar y de seguridad, a través de entrenamiento, soporte legal y suministro de equipos, armas y municiones.
La idea es atender la demanda que las Fuerzas Armadas y entidades policiales de Brasil tienen por vehículos de este tipo, la cual, hasta el momento, era atendida solo mediante importaciones.
No obstante, los vehículos serán ensamblados con módulos importados, por lo que la planta que se construya en Brasil solo generará unos 50 empleos directos y otros 200 indirectos, según explicó a la prensa Marcellus Ferreira Pinto, presidente ejecutivo de VSK Tatical en Brasil.
Aunque aún no se ha definido el terreno donde será ubicada la nueva planta, la meta es iniciar la producción de los vehículos militares en máximo diez meses con un ensamblaje inicial de 60 automotores modelo J8 que no serán vendidos a personas naturales.
El modelo J8 utilizará la plataforma del Jeep Renegade y fue proyectado a partir de parámetros establecidos por el Ejército brasileño.
Además de la ensambladora donde se montará el modelo J8, la idea de la VSK es expandir la planta para que se convierta, a futuro, en un polo técnico-militar en el que participen otras empresas.
Para ello ya ha adelantado conversaciones con varias compañías del sector, de las cuales tres ya confirmaron su participación: una fábrica de armas, una de nanotecnología militar y otra ensambladora que montaría vehículos blindados pesados.