Trump y sus amigos del G7

Trump y sus amigos del G7

Tras poco más de año y medio de gobierno, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha logrado que el país se separe de sus más cercanos aliados y es muy probable que esta situación salga a relucir este viernes durante la cumbre del G7, donde las diferencias con cada uno de los miembros de este exclusivo grupo no quedarán desapercibidas.

Veamos a continuación algunas de las fricciones con sus homólogos, con excepción del recién elegido primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, quien por primera vez se reunirá con el mandatario norteamericano en la mencionada cita.

Luego de su primera reunión, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, parecía llevarse bien con su par americano. Sin embargo, la imposición hace poco de aranceles al acero y al hierro canadienses ha borrado esa relación de cordialidad.

Así también se recuerda la llamada telefónica de Trump el mes pasado en la cual le recordó que soldados canadienses habían quemado la Casa Blanca en 1812, algo que de seguro no sentó del todo bien a Trudeau, sobre todo porque el incendio en realidad fue provocado por los británicos.

Theresa May fue la primera líder extranjera en visitar Washington en la era de Trump, pero el regreso de la cortesía enfrentó el rechazo del pueblo británico cuando en noviembre del año pasado, el republicano retuiteó tres videos antimusulmanes del grupo de extrema derecha Bretaña Primero.

Las cosas iniciaron mal con la canciller alemana, Ángela Merkel, desde que Trump rehusara estrecharle la mano en Washington en marzo de 2017.

En abril, Merkel señaló en un discurso que Europa debe aprender a "tomar su destino en sus propias manos", puesto que ya no podía confiar en Estados Unidos para su protección. A ello se sumó la amenaza del magnate de gravar la importación de autos.

Luego, tras el encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, en julio de 2017 en París, este último fue catalogado como "el domador de Trump", pero el sueño no duraría mucho. En la visita de vuelta en abril de este año, Trump hizo un gesto como si limpiaba la caspa del traje de su invitado.

Más tarde, el líder francés condenaba gran parte de la agenda de su par estadounidense y reafirmaba el compromiso hacia el acuerdo nuclear con Irán y el Tratado de París en materia medioambiental, ambos desterrados por Trump.

Quizás el menos conflictivo de todos sería el primer ministro japonés, Shinzo Abe, a quien el asunto iraní no pareció preocuparle mucho, mas las constantes quejas de Trump sobre el desbalance comercial bilateral y su acercamiento con el líder norcoreano Kim Jong Un podrían significar un giro no del todo favorable.

Fuente: Xinhua.

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