Transporte público inseguro, incómodo y lento en el DF

Transporte público inseguro, incómodo y lento en el DF

De acuerdo con El Poder del Consumidor 49 por ciento de personas gastan más de 2 horas en el transporte. Los segundos pisos y la Súpervia no se relacionan con las necesidades de transporte público en el DF.
En un sondeo realizado por la asociación civil El Poder del Consumidor entre 2,500 usuarios de transporte público en el DF, se dejan ver serios conflictos de movilidad y atraso en proyectos para mejorar servicio.

Los sistemas de gran capacidad, con estaciones de abordaje y mecanismos de prepago, como el Metro y el Metrobús, fueron los mejor calificados por los usuarios.

En opinión de la mayoría de los encuestados, el transporte público es incómodo (67 por ciento) e inseguro (61 por ciento). Sólo 21 por ciento piensa que es un servicio barato y apenas el 14 por ciento lo considera “rápido”.

Y es que la mitad de los encuestados (49 por ciento) destina más de 2 horas al día en transportarse, y consideran que la situación es cada vez peor. El 59 por ciento afirma que en los últimos años los tiempos de traslado han venido aumentando.

De acuerdo con El Poder del Consumidor, el principal problema que presenta el transporte público en el DF, está directamente relacionado con la ausencia de la autoridad.

La autoridad en general no está cumpliendo de manera puntual su obligación, no vigila que se respeten las normas, no da respuestas satisfactorias en el caso de accidentes, dejando que los conflictos se resuelvan entre el usuario y el conductor de la unidad o con la ruta.

Cuando mencionaron los motivos por los que eligen uno u otro modo de transporte colectivo, los encuestados privilegiaron tres criterios: tarifa accesible (26 por ciento), que los lleven cerca del destino buscado (23 por ciento) y que sean suficientemente rápidos (21 por ciento).

“Es indispensable crear condiciones preferenciales para el transporte público de calidad, en vez de impulsar falsas soluciones como los segundos pisos y la Supervía que a corto plazo terminan agravando los problemas mencionados”, comentó Gerardo Moncada, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor.

Esto da un valor específico a los transportes más confiables, como el Metro, y un voto de castigo a los que por ser irregulares no garantizan a los usuarios un tiempo de traslado consistente, como los autobuses RTP, el tren ligero y el trolebús.

Acerca de las obras urbanas para transporte, solo 6 por ciento de los encuestados consideró favorable la construcción de la Supervía Poniente y los segundos pisos en el Periférico. Más aún, 89 por ciento dijo que esas obras no tenían ninguna relación con sus necesidades de transporte.

El 29 por ciento de los consultados dijo gastar más de 150 pesos a la semana en transporte; el 38 por ciento consideró el servicio entre caro y demasiado caro, lo cual en ciudades con bajas tarifas como el DF se explica por la necesidad de utilizar varios transportes para un solo recorrido.

Las combis y los microbuses

Las peores calificaciones recayeron sobre los microbuses (38.52 por ciento de los encuestados) y  las combis (11.36 por ciento), modos de transporte que coinciden en ser de baja capacidad, presentar dificultades para su regulación vial y brindar un servicio inseguro.

Los propietarios de las combis y microbuses normalmente se muestran reacios a las principales críticas de los pasajeros, asegura Gerardo Moncada. “El conductor de la unidad prácticamente vive en su unidad, y cuando el usuario aborda su transporte es tratado como su fuera un invitado a su casa, y le hace el favor de tenerlo en su microbus. Eso no puede suceder, porque es un servicio público”

De acuerdo con la asociación civil, la mejor solución para el transporte público concesionado es que se transformen en empresas, mismas que tratarán como una entidad empresarial con el gobierno.

Aunque los pasajeros reconocen las grandes deficiencias del servicio que prestan microbuses y combis, toleran estas condiciones bajo un enfoque estrictamente pragmático: es un mal necesario ante la ausencia de un servicio realmente efectivo en términos de precio, cercanía y velocidad.

Al evaluar un espectro de 12 acciones que podrían ayudar a mejorar el servicio de transporte público, los encuestados priorizaron la necesidad de atender: la limpieza de las unidades (10 por ciento), que el chofer conduzca con precaución (9.9 por ciento), que no haga base en puntos intermedios de la ruta (9.8 por ciento), que acate las normas de vialidad y tránsito (9.6 por ciento) y que actúe como un prestador de servicio (9.2 por ciento).

El transporte masivo

El transporte de capacidad masiva es por excelencia el Metro, además de ser el único en capacidad de transporte de personas, lo sistemas de mediana capacidad están siendo desatendidos, como es el caso del tren ligero, o como sucede con el Metrobús, que lentamente está avanzando.

En 2006 en gobierno del Distrito Federal se comprometió a realizar 10 líneas de Metrobús y llegar a 200 kilómetros para el año 2012. Sin embargo en 2009 se anunció que debido a la crisis económica, las nuevas líneas eran canceladas.

El Metrobús necesita de una red amplia y articulada entre sus diferentes rutas y con otros medios de transporte, para lograr un sistema eficiente y fiable.

Aunque el Metrobús haya reemplazado la errática y accidentada, la saturación de sus corredores ocasiona de inmediato severas críticas al servicio. La calificación del Metrobús resulta castigada por su todavía limitada cobertura.

El Metro es el sistema mejor calificado por los usuarios del transporte público, sin embargo es una red de alto costo. El Poder del Consumidor, afirma que ha consultado con expertos que señalan la pertinencia de mayor uso de los espacios del metro para colocar anuncios publicitarios y generar ingresos.
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