"La razón es estrictamente presupuestaria", dijo Silva tras ponerle fin hoy a las negociaciones con ASO, empresa que trajo el rally al Perú en 2012 y 2013.
Según el Ministerio, la organización le representaría al país un gasto de 30 millones de soles (más de 10 millones de dólares) por el derecho a que la carrera pase por territorio nacional, el acondicionamiento de infraestructura y la promoción del evento.
La ministra dijo que en este momento existen "otras prioridades" para invertir ese dinero. Además, recordó que para la edición de este año (en enero) la ASO desistió de pasar por el Perú y el país no se vio afectado porque el turismo "siguió creciendo".
"El verano por sí mismo ya lleva a que el turismo se desarrolle en esa época en esa zona (la costa peruana). El aporte que puede dar el Dakar se puede compensar por campañas (propagandísticas) que se llevan a cabo", agregó Silva.
Sin embargo, el Ministerio indicó que tiene la voluntad de trabajar para que el evento vuelva al país, en donde durante dos años consecutivos generó gran entusiasmo y recibió elogios de los competidores por la geografía, especialmente por las dunas.
Tras ese éxito, el gobierno confiaba en el paso del Dakar por el Perú este año, pero los organizadores sorpresivamente sacaron al país del itinerario y pusieron en su lugar a Bolivia, junto con Argentina y Chile, sedes permanentes.
La competencia en territorio peruano, sin embargo, también generaba rechazo de algunas organizaciones que consideraban que se ponía en riesgo el patrimonio cultural y arqueológico del país.
El Ministerio anunció que en lugar del rally de 2015, el Perú verá en septiembre de este año el Dakar Series, una competencia menor pero de similares características.