La primera jornada de la manifestación se concentró en el emblemático monumento del Ángel de la Independencia de la capital mexicana, desde donde integrantes del partido lanzaron arengas en contra de la reforma del gobierno, que hará modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.
"Enrique Peña Nieto con un ánimo privatizador divide al pueblo de México con esta irresponsable decisión", señaló el presidente del PRD, Jesús Zambrano.
"Pero les decimos a quienes se están frotando las manos y pretenden quedarse con nuestro petróleo, que lo piensen dos veces", agregó.
La discusión de la reforma energética se inició este domingo en el Senado, donde hoy legisladores del PRD se tomaron la tribuna con carteles de "No a la privatización", que obligaron a realizar un receso en la sesión.
"Pemex (Petróleos Mexicanos) no se vende, Pemex se defiende", manifestaron los legisladores del PRD durante su manifestación en el Senado.
La iniciativa del Ejecutivo en materia de reforma energética propone la celebración de contratos eficientes para la exploración y extracción con el gobierno y la participación de terceros en toda la cadena de valor de los hidrocarburos, a través de autorización expresa del gobierno.
"El sector social y privado podrá invertir en refinación; procesamiento de gas; petroquímica básica, y transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y petrolíferos. Pemex (Petróleos Mexicanos) coexistirá con ellos", señala la iniciativa.
En materia de electricidad la reforma busca introducir la competencia en el segmento de distribución.
"Se crearían filiales por regiones y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría contratar a privados para que se hagan cargo de la expansión de las redes", indica.
Aunque la iniciativa del gobierno se mantiene en que los hidrocarburos seguirán siendo propiedad de la nación, la izquierda no comparte que se abra el sector a la inversión privada.
Desde la semana pasada el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del ex candidato presidencial de izquierda Andrés Manuel López Obrador, realiza un cerco al Senado para rechazar la reforma energética gubernamental.
Las diferencias en torno a la propuesta de reforma energética, en la que el gobierno tiene el respaldo del conservador Partido Acción Nacional (PAN), que pide una mayor apertura al sector privado, provocó la salida hace dos semanas del PRD del Pacto por México, suscrito entre Peña Nieto y los principales partidos del país en su segundo día de gobierno.
El PRD dijo que entre las razones para abandonar el acuerdo político, que busca impulsar reformas para transformar el país, estuvo que el partido de Peña Nieto, el Partido Revlucionario Institucional (PRI) y el PAN realizaron reuniones bilaterales de las que se le excluyó.
Uno de los puntos que promueven el PRI y el PAN en la reforma energética es el de la creación de un fondo soberano que administaría las ganancias energéticas para realizar inversiones en el sector.
El gobierno pretende que la reforma sea aprobada antes que finalice el periodo de sesiones del Congreso, el próximo 15 de diciembre.