Al explicar que a pesar de que año con año se ha logrado aumentar el número de días en lo que cumplen las recomendaciones de las Norma Oficial Mexicana, tanto para ozono, como para PM10, como es el caso del año de 2012 que ha sido el año con el mayor número de días dentro de norma, con un total de 248 días (68 por ciento) para Ozono, y 330 días (90 por ciento) para PM10, aún faltan reforzarse las políticas de control de estos contaminantes.
Por ello, la secretaria del Medio Ambiente anunció que a partir de marzo de 2013, el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno del Distrito Federal (SIMAT)iniciará una campaña intensiva para el monitoreo de un número importante de hidrocarburos precursores de ozono.
“Durante los meses de marzo a junio, que corresponden a la “temporada de ozono” iniciaremos los análisis y con los resultados se podrán identificar las posibles fuentes de emisión y su capacidad para formar ozono. Esta campaña se repetirá de manera anual”, destacó.
Tanya Müller destacó que a partir de los resultados se podrán diseñar políticas específicas para aquellas fuentes responsables de la producción de los precursores con mayor potencial para la formación de ozono, en vez de aplicar políticas generales poco eficientes. Además de que los equipos con los que cuenta el SIMAT permitirán analizar poco más de 50 especies de hidrocarburos, algunos de ellos de gran toxicidad como el benceno, tolueno y 1,3-butadieno.
En el caso de las partículas suspendidas, señaló la responsable de las políticas ambientales de la ciudad, el problema se abordará desde un enfoque similar al de ozono: se realizará el análisis de sus componentes y precursores para identificar las posibles fuentes y así proponer acciones específicas de control.
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“Para este propósito se realizarán campañas durante la temporada de máxima concentración de este contaminante, que va de noviembre a febrero. Dentro de los componentes y precursores de las partículas se analizarán alrededor de 20 especies o grupos de especies diferentes, que permitirán identificar su origen”.
Adicionalmente se iniciará el monitoreo del carbono negro, que tiene una importante contribución a las PM2.5 y al calentamiento global. A partir de 2014 iniciará el monitoreo de los hidrocarburos poliaromáticos, los cuales son compuesto con un elevado potencial cancerígeno y que se encuentran presentes en las partículas suspendidas, principalmente en PM2.5.
En 2014 iniciará el análisis rutinario de un número importante de metales pesados tóxicos presentes en las partículas suspendidas, como cadmio, níquel, cobre, zinc, arsénico, hierro, y cromo; y se iniciará el análisis de la calidad de los combustibles, determinando su contenido de azufre, y en el caso de la gasolina analizando su composición.
Cabe destacar que la ciudad de México cuenta con la red de monitoreo de la calidad del aire más grande y mejor equipada del país y una de las mejores de América Latina. El Sistema de Monitoreo Atmosférico (SIMAT), integrado por una extensa red de 41 estaciones de monitoreo ubicadas en toda el área urbana y el suelo de conservación del DF. Cuenta además con un laboratorio central, un laboratorio móvil y un centro de control.
El SIMAT realiza la medición permanente de todos los contaminantes regulados por las Normas Oficiales Mexicanas: ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, plomo y las fracciones PST, PM10 y PM2.5 de las partículas suspendidas.
Además realiza la medición permanente de contaminantes tóxicos como el benceno, tolueno, etilbenceno y xileno. Dentro de las partículas determinar también la fracción gruesa (PM10-2.5) y realiza la caracterización del agua de lluvia, para determinar su acidez y composición. Dentro de sus actividades también se realiza la medición de las variables meteorológicas y la radiación solar ultravioleta.
El SIMAT es auditado periódicamente por expertos internacionales. La última auditoría se realizó en 2012 por la empresa norteamericana EPA Systems, con sede en Austin, TX. Los principales hallazgos fueron:
- De los 40 instrumentos auditados ninguno presentó desviaciones mayores al 7 por ciento, cumpliendo con los objetivos de la auditoría. Tanto en gases como en partículas.
- En la mayoría de los instrumentos la diferencia en la respuesta es menor al 5 por ciento, este valor es igual o mejor al reportado en redes de monitoreo en los Estados Unidos.
- El monitoreo de la calidad del aire que realiza el GDF tiene un sistema efectivo de operación y calibración.