La firma offshore holandesa Allseas, que iba a construir el gasoducto a través del Mar Negro, se mostró sorprendida por el anuncio hecho por Putin durante su visita a Turquía. "Estamos analizando los pasos a seguir", señaló a dpa el portavoz Kris Hall desde Delft.
Allseas quería utilizar para el proyecto por primera vez el barco más grande del mundo, el "Pieter Schelte". Se desconoce el volumen que iba a tener el negocio.
Tampoco quiso hacer declaraciones Wintershall, subsidiaria de la alemana BASF y que participa con un 15 por ciento en South Stream Transport. "Hablaremos del anuncio sobre South Stream con nuestros socios europeos y rusos. Entienda por favor que antes no nos pronunciaremos", indicó un portavoz a dpa.
Por su parte, Bulgaria, país clave de tránsito del futuro gasoducto, aseguró que no ha recibido una comunicación oficial por parte de Rusia. "No hay una declaración oficial de Rusia", señaló la viceprimera ministra búlgara, Meglena Kunewa, que añadió que por eso el país no tiene comentarios que hacer por el momento.
Putin acusó a Bulgaria y a la Unión Europea (UE) de estar bloqueando el proyecto de South Stream. "Ante la falta de autorización de Bulgaria no tiene sentido seguir con los trabajos", afirmó el presidente.
Sofía paralizó los preparativos para la construcción del tramo que pasa por Bulgaria después de que Bruselas señalara que no se ajustaba plenamente a las reglas de la Unión Europea (UE). Bulgaria sigue dependiendo por completo del gas ruso casi ocho años después de su entrada en la UE.