"Cuando estás en un momento como el que estamos nosotros ahora, que es justo y merecido porque no ha sido un podio fruto de la casualidad, la lluvia o de caídas pues llevamos muchas carreras llamando a la puerta", explica Espargaró.
"Voy a quedarme aquí, va a haber Aleix y podios para rato ya que ahora vamos a Aragón, a una pista que me gusta mucho y estoy muy motivado y a partir de ahora habrá que cambiar la pregunta del '¿aquí puedes conseguir tu primer podio?' al '¿aquí puedes conseguir tu primera victoria?', porque estoy dispuesto a aceptar este reto y esta presión", sentenció convencido Aleix Espargaró.
Y eso que el piloto de Aprilia dijo no encontrarse "súper bien" en esta carrera. "Ha habido otras en las que me sentía más competitivo, pero por salir mal o no adelantar antes, no he llegado al podio y es que este fin de semana me notaba muy competitivo y los papeles lo decían".
"MotoGP es un mar de tiburones y tienes que creértelo y que hoy hayan acabado seis fábricas entre los seis primeros quiere decir que hay una pelea enorme y por el nivel que hay de pilotos, uno mismo se lo tiene que creer, y yo ahora mismo me lo creo pues estoy pilotando a un gran nivel y hoy lo he demostrado", aseguró.
A la hora de valorar su podio, ALeix Espargaró no dudó al señalar que "le doy más valor que al de Aragón 2012 y a la par que el domingo de Motegi cuando Pol ganó el Mundial".
"Lo ganó él solo, pero yo me sentí parte de ese campeonato, sé cómo le ayudé porque llegó a tocar fondo en algunos momentos de la temporada y que ganara aquel título fue algo muy especial para mí y la emoción que tuve aquel domingo es parecida a la que he sentido hoy", recuerda con cariño Aleix Espargaró.
"Me encuentro en el mejor momento de mi vida, no solo a nivel profesional, y aunque suene raro, este tercero me cambia poco la vida, pero sí que estoy muy feliz por la gente de Aprilia; no os podéis imaginar cómo está la gente del box y en Noale, por eso estoy muy satisfecho por ellos", afirma sin dudar.
"El podio ha tardado muchísimo, sin duda. En 2018 dimos tres pasos atrás ya que nos equivocamos por completo con la moto, y cuando llegó Massimo Rivola, cambiamos la manera de trabajar, llegaron muchos técnicos nuevos y Aprilia invirtió muchísimo más dinero y se está notando ahora", explica Espargaró.
"A mí me hace mucha ilusión el hecho de ser el abanderado de este proyecto pues han sido años difíciles y cuando decía que pensaba en retirarme no era una amenaza a Aprilia, lo pensé muy seriamente, y lo debatí con mi mujer, mi representante y mi gente, porque pensaba que estar dónde estaba era un privilegio y hay que estar feliz y disfrutarlo", continúa.
"No podía seguir así, pero las cosas cambiaron, empezamos a mejorar y los resultados están llegando en el momento que merecíamos", agrega Espargaró.
Al ser preguntado por la llegada de Maverick Viñales, Aleix Espargaró ha destacado que "si a Maverick en Qatar le hubieran dicho que se iba a bajar de la Yamaha para subirse a la Aprilia, es como si se baja de un Ferrari y se sube a un Mini".
"Hemos demostrado todo el año que la Aprilia está creciendo, que somos un proyecto serio y aunque no estamos al nivel de Yamaha aún, estamos mejorando, y Maverick se va a encontrar una moto competitiva, un equipo de carreras volcado y con ilusión pues sienten las carreras de verdad y el ambiente es espectacular", manifiesta satisfecho Aleix Espargaró.
Al recordar las vueltas finales, reconoce; "Estaba preparado para atacar a Rins por la segunda posición y he descuidado que venía Miller detrás, me ha adelantado pero hoy era mi día y él me pasó acelerando pero se lo he podido devolver con el adelantamiento en la curva y cuando he cruzado la línea de meta ha sido un momento de muchas emociones porque me quitaba un peso enorme de encima. Lo había conseguido".