Solo unos pocos elegidos tienen la oportunidad de pilotar una máquina de MotoGP, pero todos los aficionados a este deporte pueden sentirse en la pista, en la piel de los pilotos más rápidos del planeta, gracias a las cámaras OnBoard. Si esto es posible, es también gracias a la labor de Noemí Lacasa, que ha estado involucrada en este proyecto desde 2003. Desde entonces, ha contribuido a su crecimiento y desarrollo y, junto con su equipo actual, trabaja duro cada día para garantizar que ésta, junto con las demás tecnologías a las que se dedican, sean cada vez más atractivas y funcionales.
La historia de Noemí demuestra cómo la pasión y la dedicación, combinadas con el deseo de superarse siempre, pueden convertir un trabajo en una aventura y un problema en un estímulo para buscar nuevas soluciones. Licenciada en ingeniería de telecomunicaciones, desde muy joven Noemí se movió en un entorno considerado masculino y su experiencia vital encierra una valiosa lección que comparte de forma clara y directa desde el principio: "No hay trabajos de hombres o de mujeres, hay trabajos que te gustan o no te gustan".
Noemí ha encontrado la clave de su carrera en su disposición a asumir nuevos retos. Es esta actitud la que la ha visto involucrada en proyectos vanguardistas y la que, entre otras cosas, le ha permitido crecer profesionalmente dentro de Dorna Sports, la empresa en la que trabaja desde 2001 y en la que desde 2017 desempeña el rol de manager RF, el departamento que gestiona las radiofrecuencias y todos los sistemas de recepción y transmisión inalámbrica del Campeonato del Mundo de MotoGP.
"A la hora de elegir universidad, me orienté hacia las facultades de ingeniería", explica, introduciendo lo que fue el inicio de sus estudios y su trayectoria profesional. "Me licencié en ingeniería electrónica y, posteriormente, obtuve también una segunda titulación en ingeniería de telecomunicaciones. Cuando estaba en la universidad y luego en mis primeros años de trabajo, buscaba empleo fuera de España porque las ofertas más interesantes para perfiles profesionales como el que yo quería cubrir se demandaban principalmente en el norte de Europa".
Decidida a alejarse del mundo de la programación y acercarse al de las telecomunicaciones, a mediados de 2001 Noemí aceptó la oferta de Dorna Sports: "Me interesaba el trabajo porque requería viajar y ésa fue una de las principales razones por las que acepté".
La entrada en el paddock fue impactante, como recuerda Noemí: "Empecé a viajar a mediados de 2001 y, aunque entonces había mucha menos gente que ahora, creo que se necesita al menos un año para entender cómo funciona este entorno. Así que la primera mitad de la temporada me ayudó a orientarme y a entender cómo funcionaba este mundo".
Al año siguiente, en 2002, se presentó ante ella una nueva oportunidad: "En aquel momento Dorna gestionaba los derechos del Campeonato de Motocross y me ofrecieron seguirlo, que, comparado con MotoGP, tenía menos recursos. Iba a ser muy exigente para mí, pero, al mismo tiempo, suponía un reto, así que acepté".
Con una temporada más a sus espaldas, la oportunidad que Noemí pensaba que solo podría encontrar en el extranjero, le fue ofrecida por la empresa en la que ya trabajaba: "En su momento, el sistema OnBoard se encargó a una empresa externa, pero desde 2003 Dorna decidió desarrollarlo internamente -explica-, así que me pidieron que siguiera este proyecto. Y esa fue la razón que me convenció de quedarme. A lo largo de los años he crecido dentro de la empresa, así que hice un MBA de dos años y medio porque quería asegurarme de que también estaba formada en administración y gestión de personal, aunque la ingeniería sigue siendo mi gran pasión y voy a hacer un doctorado en este ámbito".
Siempre en constante formación, Noemí ha encontrado en el Campeonato del Mundo de MotoGP un escenario idílico en el ámbito de las telecomunicaciones: "Para un ingeniero es estimulante estar constantemente comprometido con nuevos retos -continúa-. Y Dorna es una empresa que a nivel técnico es admirable porque se compromete constantemente a investigar y aplicar innovaciones a sus proyectos. Esto es algo que satisface mucho a los ingenieros, porque estamos experimentando un reto constante".
Para hacer más palpable esta evolución, Noemí nos cuenta el desarrollo de las cámaras OnBoard: "Empezó como un proyecto analógico, luego pasó a ser digital y ahora es HD. Al principio solo teníamos dos cámaras, pero hoy recibimos la señal de cuatro cámaras de forma simultánea y también se han incorporado las cámaras giroscópicas, que permiten a los aficionados ver lo que hace un piloto sobre la moto en 360°".
Al igual que las cámaras OnBoard fueron una sorpresa que ya se ha normalizado, las primeras profesionales que irrumpieron en el paddock vivieron una situación similar: "Al principio de este proyecto trabajaba mucho con los datos de la moto. En mi departamento ya me conocían y me tenían en cuenta por mi profesionalidad, pero cuando entraba en un box nadie me conocía y me sentía observada porque había pocas mujeres en el paddock y ninguna dentro del box".
A estas alturas son muchas las #WomenInMotoGP que participan en todos los ámbitos del paddock y, si eso se ha convertido en una realidad, es también gracias a mujeres que, como Noemí, han demostrado que la profesionalidad no entiende de géneros. "Nunca me he sentido infravalorada por ser mujer", continúa señalando, "pero al principio, sobre todo, me presionaba mucho para demostrar que era buena, que era capaz. Pero cuando ves que la gente con la que trabajas confía en ti, cree en tu trabajo y lo apoya, entonces los nervios se relajan y la situación se normaliza".
Las semanas de Gran Premio de Noemí comienzan una semana antes, cuando prepara el plan de frecuencias, un documento elaborado con el Ministerio responsable del país que acoge el evento: "Cada vez pedimos una media de 250 frecuencias para poder trabajar conjuntamente con todos los broadcasters presentes sin tener problemas de interferencias -explica-. Cuando llego me aseguro de que todo funciona correctamente y durante el fin de semana controlo el estado de las frecuencias".
En varios puntos del circuito se colocan antenas para recibir las imágenes de las cámaras inalámbricas y las comunicaciones por radio, y la señal es supervisada constantemente por la oficina itinerante donde se encuentra Noemí: "Los jueves salimos con todas las cámaras para poder enviar a los broadcasters el mapa de cobertura en el que pueden ver el nivel de la señal que hay en cada punto del circuito. En cuanto a la pista, también los jueves, Enrique Sierra, uno de los directores del departamento de realización, pilota una moto de seguridad BMW equipada con un sistema de transmisión idéntico al instalado en las máquinas de MotoGP para asegurarse de que recibimos correctamente la señal de las cámaras".
Una vez que comienza la acción en pista, Noemí está en contacto permanente con el departamento IPF (International Program Feed), encargado de la realización de las imágenes para los broadcasters de todo el mundo: "Tenemos una reunión con el grupo IPF el jueves y otra el sábado, porque ellos saben qué momentos tenemos que captar y nos aseguramos de colocar las cámaras en el lugar y el momento oportunos. Por ejemplo, para la segunda ronda en Misano definimos el sábado el plan de celebraciones en caso de que Fabio Quartararo ganara el título. Eso es lo que ocurrió y garantizamos a los espectadores de todo el mundo una visión exclusiva de ese momento".
Durante un Gran Premio, Noemí y su equipo gestionan las señales de más de 100 cámaras OnBoard, ajustando la luz y los colores de las imágenes que llegan desde la pista o desde los boxes en tiempo real para que los espectadores puedan disfrutar al máximo de cada instante del espectáculo y, mientras tanto, testean los proyectos en los que están trabajando: "Todo lo que tiene que ver con las frecuencias de radio pasa por mi oficina y si durante un Gran Premio fallaran las comunicaciones por radio, sería un desastre. Por eso siempre estamos atentos a que todo funcione a la perfección, pero si hay algún problema, tenemos que intervenir inmediatamente para solucionarlo y que la emisión en directo no se vea comprometida".
Lo que empezó como un trabajo temporal se ha convertido en la casa profesional de Noemí que, tras 20 años marcados por el ritmo del Campeonato del Mundo de MotoGP, mantiene viva su ilusión: "Estoy aquí porque me gusta mi trabajo y estoy en una empresa que siempre quiere estar al frente de la innovación tecnológica. Si no te apasiona lo que haces, se vuelve complicado. Cuando pienso en el esfuerzo que supone poner en marcha proyectos como los que afrontamos cada día, creo que sería insoportable si no hubiera pasión e interés por lo que hacemos".
Cultivar sus pasiones con dedicación ha permitido a Noemí cursar los estudios y la carrera que quería, rompiendo algunas de esas barreras culturales que, en algunos casos, condicionan las decisiones de las personas: "Si te gusta algo, ve a por ello, prueba todos los caminos para alcanzar tu meta. La cuestión de género no puede ser nunca la razón por la que no intentes alcanzar el objetivo que te propongas".
Lista para el nuevo evento en el Circuit Ricardo Tormo, Noemí está preparada para asegurar la transmisión de la última cita ineludible de la temporada 2021: el Gran Premio Motul de la Comunitat Valenciana, que se celebrará del 12 al 14 de noviembre.