El volumen de negocios de Schneider Electric progresó un 7 por ciento hasta 23,946 millones de euros, mientras que su resultado operativo ajustado (Ebita) creció un 10 pro ciento, hasta 3,515 millones de euros.
El incremento de precios fue clave para mantener la rentabilidad del grupo, que se vio perjudicado por su fuerte presencia en áreas geográficas de bajo crecimiento, indicó en un comunicado.
En Europa occidental, donde Schneider Electric concentra el 30 por ciento de su actividad, las ventas cayeron un 5 por ciento, mientras que en Asia, su segundo mercado, se contrajeron un 1 por ciento.
Norteamérica, tercer mercado con un 25 por ciento de la actividad, logró crecer un 2 por ciento, a pesar de cerrar en rojo el cuarto trimestre de 2012, mientras que la facturación aumentó un 18 por ciento en el "resto del mundo", que engloba a Rusia, Oriente Medio, Europa oriental y Sudamérica.
De cara a 2013, el grupo espera que "el ambiente económico se mantenga contrastado" y que en Europa persistan los "desafíos".
Schneider Electric espera registrar este ejercicio un crecimiento orgánico, más allá de posibles adquisiciones, fusiones o cesiones, y ver un aumento del margen bruto ajustado de explotación de "estable" a "ligeramente al alza".
El grupo repartirá un dividendo de 1.87 euros por acción, es decir, un aumento del 10 por ciento.