El informe constata también la diferencia en cantidad y calidad de estos equipamientos entre vehículos de los segmentos pequeños y los grandes.
Asimismo, urge a los usuarios meticulosidad en la información estos sistemas a la hora de comprar el coche y recomienda a los fabricantes a que den prioridad a la instalación de estos elementos, aunque reconoce el esfuerzo hecho en ese sentido.
A modo de resumen, la fundación del grupo asegurador indica que uno de los factores que más ha contribuido a reducir la siniestralidad vial obedece a los equipamientos de seguridad de serie, cada vez más profusos y sofisticados, que incorporan los vehículos nuevos.
El informe abunda en que elementos tan esenciales para la seguridad como el airbag, el ABS y el ESP son obligatorios en los vehículos que se venden actualmente en Europa, gracias al impulso de las Administraciones Públicas.
En este contexto, se subraya que el elemento de la competencia también ha jugado un papel importante en el desarrollo de los equipamientos por la mayor sensibilidad de los ciudadanos hacia los mismos, lo que ha marcado la pauta en las ofertas de los fabricantes.
El informe analiza tres modelos líderes de ventas en otro tantos segmentos en los principales mercados europeos: Reino Unido, Alemania, Francia y España.
La conclusión es que a la hora de equipar un determinado modelo los fabricantes optan por la homogeneidad más que por la diferenciación.
Pese a ello, se observan diferencias en la implantación de elementos significativos, como los destinados al control electrónico de estabilidad (ESP), tracción (TCS) o frenada en curva (EBD), en los segmentos más bajos.
Por ejemplo, en un mismo vehículo de un segmento bajo, el Control de Frenada es casi inexistente en España, Francia y Reino Unido, mientras que en Alemania está presente en un 80 por ciento de los vehículos, algo que se repite con los sistemas ESP y TCS.