Durante los tres primeros meses, Mapfre colocó "poco a poco" en el mercado sus acciones de Bankia con el objetivo de reducir su participación a cero antes de que se materializara la ampliación de capital del banco nacionalizado.
Como otros accionistas, la aseguradora era consciente de que la ampliación de capital reduciría los títulos a un precio insignificante y consideró que lo mejor era desprenderse de su participación.
Además, Mapfre había asumido ya en 2012 unas pérdidas cercanas al 80 por ciento de su inversión en Bankia dando por hecho que las acciones del banco no recuperarían los 3.75 euros pagados en la salida a bolsa.
De ese modo, la desinversión de Mapfre en Bankia no tendrá un gran impacto en las cuentas de la aseguradora y previsiblemente las minusvalías habrán sido limitadas.
El grupo asegurador fue clave en el debut bursátil de Bankia porque invirtió 160 millones de euros.
Por otro lado Cartera Mapfre SL, la sociedad gestora de las inversiones de la Fundación Mapfre, invirtió otros 120 millones.
En total, la inversión de las dos compañías le daba una participación del 4.11 por ciento en el capital de Bankia, informó la aseguradora a la CNMV en el verano de 2011.
La relación entre Bankia y Mapfre ha sido estrecha desde el comienzo del banco porque una de sus entidades fundadoras, Caja Madrid, era el segundo accionista de la aseguradora con un 15 por ciento.
Bankia desearía mantener esa participación en Mapfre, pero la ayuda europea recibida por el banco le obliga a vender sus acciones en la aseguradora en un plazo de 5 años.