Fracasa la reunión de conductores crucificados y empresa paraguaya de transporte

Fracasa la reunión de conductores crucificados y empresa paraguaya de transporte

Los choferes y sindicalistas paraguayos crucificados en protesta por ser despedidos por formar un sindicato rechazaron ayer la propuesta de la empresa Vanguardia S.A. de volver a contratar a siete de los ocho conductores y mantendrán la huelga hasta que recontrate a todos.

Los trabajadores en huelga de la Línea 30, que une Asunción con la vecina ciudad de Luque, rechazaron la propuesta que la empresa planteó durante una reunión mantenida este martes con la mediación del viceministerio de Trabajo.

"Ya va a ser un poco imposible, es una burla más, es la cuarta vez que venimos, se cierra y no le interesan los sacrificios de los compañeros, si alguien muere no les importa", dijo a Efe el director general de la Federación Paraguaya de Trabajadores de Transporte Terrestre (Fepatrat), Juan Villalba.

Villalba participó de la reunión, a la que entró con las manos clavadas a un tablón de madera horizontal, después de llevar más de dos semanas clavado a una cruz formada por dos listones de madera extendidos en el suelo, junto a otros ocho compañeros, frente a la sede de la compañía Vanguardia S.A., en la ciudad de Luque.

Un centenar de trabajadores de la empresa, activistas, familiares y sindicalistas caminaron hoy los 20 kilómetros que separan Asunción de Luque tirando de las carretas de madera que llevaban a seis de los crucificados y esperaron unas ocho horas frente a la sede del viceministerio hasta que la reunión fracasó.

Villalba participó de la reunión con la mediación de la directora general del Trabajo, Gloria Garcete, y el gerente de la empresa de autobuses Aufredi Paredes, quien tuvo que salir del edificio escoltado por la Policía para que no se encontrara cara a cara con los trabajadores.

Nueve personas permanecían con las manos clavadas a cruces de madera extendidas en el suelo, en la ciudad de Luque, en frente de la sede de la compañía Vanguardia S.A., que despidió a ocho trabajadores para "reestructurar" la empresa, pero que los chóferes denuncian que fue en represalia por intentar crear un sindicato.

De los nueve crucificados, ocho hombres y una mujer, algunos son los propios despedidos y otros son compañeros del sindicato que intentaban formar.

Los chóferes de la línea 30 reclaman la reposición de ocho compañeros despedidos por querer afiliarse a un sindicato para denunciar las condiciones de trabajo de la empresa, que obliga a los empleados a jornadas de más de 12 horas, sin cumplir con la seguridad social y otras medidas, según declaró Villalba.

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