Mario Espinosa Boulogne, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), reiteró que el sector mostró durante todo el año una tendencia a la alza. El primer semestre de 2013 registró un incremento del 14 por ciento, mientras que la segunda mitad del año concluyó con el 17.5 por ciento.
“En 2012 los principales contratantes de los servicios de protección privada fueron unidades habitacionales, centros comerciales, aeropuertos, escuelas, fábricas, oficinas y empresas transportistas para guardias intramuros, escoltas y custodios de mercancías. Caso muy especial para nuestra industria fue el aumento en la venta de soluciones de seguridad electrónica como CCTV, alarmas, control de acceso y GPS”, mencionó el directivo.
De acuerdo con Mario Espinosa, para la AMESP los servicios más solicitados en 2013 fueron guardias intramuros para control de acceso, escoltas para protección ejecutiva (empresarios e hijos), consultoría para análisis de riesgos, así como venta, instalación y mantenimiento de productos de seguridad electrónica para industria y uso particular.
Puntualizó que dicho incremento se debe en parte a que en diciembre de 2013 se llevaron a cabo varias licitaciones de seguridad para grandes establecimientos comerciales, puesto que los contratos por lo general son a un año. Ese movimiento de cambios llevó a un aumento significativo al de la demanda esperada.
Tener presencia de elementos de seguridad ha sido el detonante para coadyuvar a la reducción de los índices de siniestralidad en diversos puntos comerciales o habitacionales, y esa es precisamente la función del guardia de seguridad. “Cuando alguien va a cometer un delito al ver al hombre de la seguridad se inhibe. La seguridad que se garantiza es al interior del inmueble, pero incluso hasta en la vía pública ha funcionado. Ante un delito, el guardia está capacitado y en condiciones de contener y llamar a la policía para que actúe”, afirmó el directivo. Espinosa Boulogne destacó que los precios por los servicios varían de una empresa a otra. “Tiene que ver con las condiciones laborales de los empleados y con las características en que las que funcionan ciertas compañías consideradas irregulares, muchas ni siquiera tienen oficinas u operan en un domicilio particular, obviamente sus precios son más baratos y eso nos deja fuera de competencia a las firmas profesionales. Esta tendencia va en aumento, sobre todo porque el cliente busca más el precio bajo antes que la calidad, seriedad y respaldo de su servicio contratado”, agregó.
Piratas del asfalto
Respecto al tema de custodia de mercancías en tránsito, Marcos Ossio Rangel, vicepresidente de la AMESP, afirmó que las empresas especializadas en este tenor, reportaron que en comparación con 2012, registraron un incremento a nivel nacional del 17.2 por ciento.
Durante el primer trimestre de 2013 confirmó un descenso de 30 por ciento en el robo a vehículos de carga. De acuerdo a estadísticas de la AMESP y de otras organizaciones vinculadas a la seguridad del transporte y localización satelital, el Estado de México, Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León, Morelos, Michoacán, Morelos y Veracruz, son las entidades federativas donde se cometen más atracos a vehículos en carreteras.
Según reportes de empresarios del transporte de carga y empresas proveedoras de geolocalización, la inseguridad de nuestro país ha provocado pérdidas que se calculan en unos 30,000 millones de pesos por el robo en carreteras (autos, camionetas, autobuses y camiones), a establecimientos y camiones; asimismo, en los últimos tres años cerca de 3 millones de vehículos han resultado afectados.
Ossio Rangel, especialista en el tema de custodia de mercancías en tránsito, declaró que las bandas dedicadas al robo de transporte, interceptan, bloquean o montan retenes falsos, incluso utilizan patrullas “clonadas” para cometer el delito. “En México, un promedio del 10 por ciento de los vehículos que transita por carreteras ferales es víctima de este flagelo. Además de las pérdidas para el sector transportista, la protección de su patrimonio representa un incremento del 40 por ciento en costos de logística”, aseveró el directivo.