"No todo va tener solución en el corto plazo", señaló Vidal en una entrevista con la televisión estatal cubana en la que comentó el histórico deshielo diplomático pactado a mediados de diciembre entre los gobiernos de Washington y La Habana.
"Hay temas que resolver que son muy complicados, como por ejemplo el levantamiento del bloqueo", respondió Vidal a una pregunta sobre las expectativas que ha generado el acuerdo con Estados Unidos entre la población de la isla, sumida en una crónica crisis económica desde hace décadas.
"Solamente se encontraría una solución a estas dificultades económicas que nos han afectado el día que termine totalmente el bloqueo", agregó la directora general para Asuntos de Estados Unidos en el Ministerio de Exteriores cubano.
La reanudación de las relaciones diplomáticas acordada el 17 de diciembre por el presidente norteamericano, Barack Obama, y su par cubano, Raúl Castro, ha generado grandes expectativas en la isla, sobre todo en el sector turismo, por las flexibilizaciones aprobadas por la Casa Blanca al embargo que impone a Cuba desde los años 60.
Entre otros medidas, la administración de Obama aprobó mayores facilidades de viajes para estadounidenses que quieran visitar Cuba, y permitirá a algunas empresas norteamericanas comerciar con la isla socialista, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones.
Los estadounidenses podrán también usar sus tarjetas de crédito en Cuba y regresar con algunos productos cubanos a su país. Los viajes meramente turísticos seguirán sin embargo prohibidos.
Los norteamericanos sólo pueden visitar Cuba por motivos de intercambios académicos o culturales, entre otros categorías. Dado su carácter de ley, el embargo sólo puede ser levantado totalmente por el Congreso de Estados Unidos, controlado por los republicanos, mayoritariamente partidarios de la política de mano dura con Cuba.
El actual acercamiento es un "proceso" que va a requirir "tiempo" y "esfuerzo", subrayó hoy Vidal que reiteró por otro lado que su país no renunciará a sus "visiones" políticas.
El presidente Raúl Castro subrayó recientemente que la isla no hará reformas políticas a su sistema de partido único y consideró las conversaciones de Estados Unidos con opositores políticos como una "injerencia" en asuntos internos.
Vidal lidera la negociación que el gobierno de Castro abrió el 22 de enero en La Habana con una delegación estadounidense encabezada por Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado nortamericano.
Pese a que las calificaron como "productivas", ambas partes dejaron claro también que existían "profundas" diferencias. Estados Unidos vinculó sus críticas a la situación de los derechos humanos y la persecución contra activistas opositores en la isla.
Ambos países celebrarán en las próximas semanas en Washington una segunda ronda de los diálogos que deben trazar la hoja de ruta para retomar las relaciones bilaterales rotas en 1961, dos años después del triunfo de la Revolución cubana.