Este accidente involucra a un Lexus RX450h de Google y a un autobús. La colisión se produjo cuando el coche de Google debía posicionarse en el carril central para girar a la derecha. En ese momento el coche asume que el autobús va a frenar o parar para dejarle girar, pero no lo hizo, con lo que el coche autónomo colisionó con el lateral del autobús a baja velocidad y le dañó el guardabarros delantero y la rueda. Afortunadamente se trató de un accidente leve y sin heridos.
Según aclara Google en el informe del mes de febrero, el accidente sucedió debido a que ambas partes hicieron demasiadas suposiciones y que forma parte de un incidente de conducción habitual. Aun así, ya se han puesto manos a la obra para ajustar el software y evitar que si esta situación, o una similar, se repite no tengamos de nuevo un accidente.
Desde Google han reconocido pronto el accidente y su parte de culpa, aunque esto acaba con su récord de cero accidentes provocados. Por otro lado, también dicen que el accidente no se debió a un error de programación, sino a una decisión errónea, por lo que parece difícil que este tipo de accidentes sean erradicados por completo en un futuro, aunque la compañía espera reducirlos al mínimo y que sus coches autónomos sean mucho más seguros que aquellos guiados por conductores humanos.