Este súper-deportivo, que se estrenó en el Gran Premio de Australia, está equipado con un motor V8 de 6.3 litros que desarrolla una potencia máxima de 571 caballos, y le permite acelerar de cero a cien kilómetros por hora en 3.8 segundos.
El nuevo "safety car", que sustituye en esta función al Mercedes-Benz SL 63 AMG, tiene un peso de sólo mil 620 kilos, y combina su propulsor con el cambio deportivo de siete velocidades Speedshift DCT AMG, que permite cambiar de relación en 100 milisegundos en modo manual.