El 7 de enero de 1902, Bosch registró la patente de una magneto de alta tensión en combinación con una bujía de encendido, que garantizaba, por primera vez, el arranque seguro en los motores de combustión de la mezcla de aire y gasolina.
Dos años después inauguraba la primera fábrica de bujías en la localidad alemana de Stuttgart
En 1927 introdujo el concepto "capacidad térmica", que se utiliza todavía en la actualidad como medida estándar para definir la conductividad térmica, un aspecto muy importante para la adaptación óptima a cada motor.
En este periodo de 111 años, el fabricante de componentes y sistemas ha desarrollado más 20,000 tipos distintos de bujías.
Bosch produce bujías en Alemania, Brasil, China, India y Rusia, y su catálogo actual contiene unos 1,250 tipos distintos con 26 diseños diferentes, según la forma de los electrodos.