El dilema de la conducción autónoma y drones

El dilema de la conducción autónoma y drones

Desde el anuncio de la creación y desarrollo tanto de los vehículos de conducción autónoma como de los drones, ha surgido un dilema en cuestiones de seguridad y regulación, pues temas como la privacidad y la protección llaman la atención de los potenciales usuarios. Uno de los más grandes objetivos para gobiernos y empresas es garantizar la seguridad e innovación en cuanto a los avances en los transportes del futuro.

De acuerdo con la secretaria de Transporte de los Estados Unidos, Elaine Chao, estas nuevas tecnologías "llegan a revolucionar el mundo del transporte y la integración en masa de la conducción autónoma, camiones y drones, será un gran salto en la forma en la cual viajamos y transportamos bienes, pero, para hacer este escenario una realidad también tenemos que revolucionar las políticas de transporte". El país norteamericano es considerado líder de este sector, pues sus meta es llegar a una ley la cual se regulen estos vehículos.

Ambos muestran un área de oportunidad, pues implican un impacto en la sociedad en términos de seguridad, protección, acceso, trabajos y serían una ayuda para las personas discapacitadas y adultos mayores. No obstante, como toda nueva tecnología, también cuentan con obstáculos en su implementación, ligados a los riesgos y costos.

Si bien es cierto que los accidentes de auto representan un número elevado de muertes, no solo en Estados Unidos sino a nivel mundial, en el caso de los vehículos de conducción autónoma, se busca precisamente reducir estas tasas. Sin embargo, "al implementarse esta tecnología, no significa que el factor de riesgo humano se elimine, al contrario, ese factor pasa a los programadores computacionales, quienes establecen un software y protocolos con los cuales operan los vehículos", afirma Chao.

Actualmente, en el senado norteamericano se encuentran en el proceso de crear un boceto para legislar tanto la conducción autónoma como los drones, según asegura Cherilyn Pascoe, Professional Staff Member e investigadora del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de los Estados Unidos. Una de las prioridades son aspectos como la seguridad, mientras se busca "asegurar todo mediante reportes de evaluación y clarificar los roles federales y estatales en cuanto a la legislación de la conducción independiente".

Y, ¿qué piensan las empresas al respecto? Marjorie Dickman, directora Global y consejera general asociada para Internet de las cosas y conducción autónoma en Intel, asegura que los avances en cuanto a la regulación, van por buen camino pues la empresa fabricante de circuitos integrados apoya "firmemente la directriz federal de vehículos 2.0 así como la legislación pendiente del Congreso, en la cual agradecemos el compromiso de ambos partidos para alcanzar el balance del estado federal".

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