El SUV de 4.58 metros de largo romperá con muchas convenciones como ya hizo antes el pequeño Cactus. Por ello se ha renunciado a toda agresividad en el diseño y se apuesta por formas redondeadas y por elementos funcionales como marcados elementos antichoque de aluminio.
Del Cactus toman la idea de los "airbumps" y los deflectores laterales están llamados a mejorar la aerodinámica.
La marca francesa también quiere abrir nuevos caminos en el interior. A través de las puertas que se abren en direcciones opuestas y a la ausencia de columna B se gana espacio para cuatro sillones. También cuenta con un cockpit digital en el que se integra para el copiloto una pantalla de 12 pulgadas.
El estudio cuenta con un motor híbrido plug-in con un propulsor de gasolina turbo de cuatro cilindros y 218 caballos con 1.6 litros y uno eléctrico de 95 caballos en el eje trasero. Según Citroën, el Aircross puede circular hasta 50 kilómetros en modo eléctrico y acelera de cero a 100 km/h en 4.5 segundos. El consumo lo cifra la marca en 1.7 litros con unas emisiones de CO2 de 39 g/km.