De acuerdo con el plan de retirada que entregó la compañía a la Administración Estatal de Regulación del Mercado, la llamada a revisión comenzó el 2 de febrero, e involucra seis vehículos Range Rover manufacturados entre el 10 y el 17 de octubre de 2018 y otros 38 deportivos de la misma marca fabricados entre el 10 y el 19 de octubre del mismo año.
Ciertos defectos en las poleas podrían hacer que el motor de los vehículos afectados se detenga repentinamente, lo que representa un peligro para sus ocupantes y los de otros automotores alrededor, según un comunicado de la entidad.
Jaguar Land Rover China se comprometió a sustituir las piezas defectuosas de forma gratuita.
Fuente: Xinhua