Fabricados enteramente de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP), los rines están compuestos esencialmente de dos partes. El centro está formado de tejido de fibra de carbono. Esto implica cortar y ensamblar más de 200 hilos individuales. El segundo componente es la base del rin hecha de fibra de carbono trenzada con la que hoy por hoy es la máquina de trenzado de fibra de carbono más grande del mundo, gracias a su diámetro de aproximadamente nueve metros. El centro de la rueda es entonces trenzado en la base del rin. Los aros ensamblados están impregnados de una resina y son preendurecidos a alta presión y altas temperaturas. Los rines terminados son endurecidos a altas temperaturas y luego son sometidos a un largo proceso de enfriamiento. El perno central de aseguramiento es entonces insertado en el rin acabado y luego todo el aro es protegido con laca transparente.
Porsche es la primera empresa de la industria automotriz mundial en utilizar esta tecnología extremadamente compleja. La tecnología de trenzado ofrece ventajas muy importantes sobre el método más convencional de fabricación de tejido de fibra de carbono preimpregnado: esta técnica de producción hace que la estructura de material del carbono sea considerablemente más densa y compacta, lo cual aumenta su rigidez. El uso del material de manera más eficiente también produce menos residuos. Un rin nuevo de carbono está hecho de un total de 18 kilómetros de fibra de carbono, u ocho metros cuadrados de tejido de fibra de carbono.
Desde el comienzo de 2018 las nuevas ruedas de carbono estarán disponibles como equipamiento opcional para el 911 Turbo S Exclusive Series en dimensiones 9 J x 20 para el eje delantero y 11,5 J x 20 para el eje trasero.