Gutiérrez destacó que las tres rondas de negociaciones previas han sido una especie de “pretemporada” y que a partir de este miércoles comienzan las conversaciones sustantivas. Señaló que los tres países tienen posiciones comunes hasta en 60 por ciento de los temas.
En un panel organizado en Nueva York por la Cámara de Comercio España- Estados Unidos, Gutiérrez afirmó que los tres países de América del Norte involucrados en el TLCAN tienen ahora una mejor probabilidad de alcanzar un mejor acuerdo que hasta hace unos meses.
“A principios de año, si hubiera tenido que arriesgar mi propio dinero hubiera apostado 80 por ciento a que los tres países no hubiéramos podido alcanzar terreno común y 20 por ciento a que sí lo lograríamos. Ahora creo que estamos en 50-50”, precisó Gutiérrez.
Las declaraciones del diplomático suceden el mismo día en que comenzó la cuarta ronda de renegociación del TLCAN en Washington DC, y en medio de un clima de incertidumbre en torno a los objetivos del presidente Donald Trump respecto del acuerdo.
En una entrevista difundida el martes, Trump reiteró su negativa opinión sobre el TLCAN y declaró que lo mejor para Estados Unidos sería terminar con este acuerdo y negociar en cambio pactos bilaterales.
El embajador destacó que “aunque no es secreto que tenemos diferencias con lo que ha sido presentado por el gobierno de Trump y tratamos precisamente de zanjar esas brechas. Yo me mantengo moderadamente optimista”.
“Estamos sentados a la mesa de negociación incluso tras meses complicados en la relación México-Estados Unidos, porque creemos que el otro lado honestamente quiere alcanzar un acuerdo. Y eso es extremadamente importante”, añadió.
El gobierno de Trump ha presentado al menos dos propuestas que han recibido severas críticas no sólo de México y Canadá sino, principalmente, de las asociaciones comerciales en Estados Unidos.
Las propuestas que buscaría Trump, de acuerdo con medios de información, es la llamada “cláusula de suspensión”, que llama a revisar el acuerdo comercial cada cinco años, lo que añadiría una gran dosis de incertidumbre a las inversiones de largo plazo.
“No hemos visto una propuesta específica pero sí nos preocupa. El enfoque apropiado es tener mecanismos para revisar y actualizar de manera regular lo acordado pero una cláusula de suspensión como esta generaría por desgracia mucha incertidumbre para el sector privado”, explicó Gutiérrez.
La otra propuesta que el gobierno de Trump supuestamente impulsa es que para evitar el pago de tarifas la industria automotriz incluya un porcentaje de contenido nacional en sus productos, mayor al 50 por ciento, lo que atentaría contra el espíritu de un acuerdo regional.
“Estamos dispuestos a buscar maneras en que podamos aumentar el contenido de América del Norte, pero debemos ser cuidadosos en cómo los hacemos”, advirtió Gutiérrez.
El diplomático puntualizó que si los costos para la industria automotriz, tal como las propias empresas han previsto, aumenta por un alza en las exigencias de contenido nacional, la región podría comenzar a importar autos más económicos de países ajenos a América del Norte.
“Podemos terminar disparándonos a nosotros mismos en el pie, porque podríamos acabar importando el producto final”, consideró Gutiérrez.