El incremento refleja el importante crecimiento de estos flujos hacia México (8 por ciento), Centroamérica (7.4 por ciento) y el Caribe (6.3 por ciento) y está vinculado a "la recuperación de la economía y mercado laboral de Estados Unidos", según un informe del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), organismo dependiente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, se registró un descenso del 1 por ciento en el dinero que los trabajadores en el extranjero envían hacia Sudamérica "debido en parte a la situación económica en España, país que constituye una de las principales fuente de flujos de remesas hacia esa subregión", explica el informe.
Desde la crisis financiera internacional de 2008-2009, y hasta el 2013, el total de las remesas que los migrantes envían a sus países de origen no había logrado superar el récord de 64,000 millones de dólares de 2008.
México sigue siendo el principal receptor de remesas en la región con con 23,645 millones de dólares, seguido por Guatemala con 5,544 millones de dólares, República Dominicana con 4,571 millones de dólares, El Salvador con 4,217 millones de dólares y Colombia con 4,093 millones de dólares, precisa el informe.
Los expertos del FOMIN-BID calculan que la recuperación de las remesas se mantendrá en 2015 o incluso se acelererá, "dadas las previsiones de crecimiento para Estados Unidos, España y la región latinoamericana".
Fernando Jiménez-Ontiveros, gerente general interino del FOMIN, recordó que "las remesas siguen siendo una fuente de ingresos importante para millones de familias en América Latina y el Caribe".
Jiménez-Ontiveros explicó que en "el sector de remesas ha evolucionado al adoptar nuevas tecnologías y opciones de envío y entrega, y ha visto una disminución en los costos de envío". Sin embargo, consideró "imprescindible" seguir trabajando "para que quienes las reciben tengan oportunidades de ahorro e inversión".