"El éxito no llega solo. Hay que buscarlo", se podía leer en un anuncio publicado en los diarios españoles por Bosch con el objetivo de encontrar jóvenes deseosos de recibir un curso de formación profesional en algunas de las empresas del gigante alemán.
Un total de 150 jóvenes fueron invitados a una entrevista de trabajo y uno de cada tres recibió una plaza de aprendiz en Alemania. Esta noticia no supone ninguna sorpresa. Mientras en Alemania cada vez hay menos interesados en cursar formación profesional, entre los europeos del sur el interés por conseguir una de esas plazas es cada vez mayor, empujados por la falta de futuro en sus países.
"En España la tasa de desempleo es especialmente elevada, por ello nos hemos enfocado hacia ese país", explicó el director de recursos humanos de Bosch, Christoph Kübel. "Hemos dispuesto un total de 65 plazas de formación para jóvenes españoles, 15 de ellas en España y 50 en Alemania", agregó.
De acuerdo a datos de la Oficina de Estadística de la Unión Europea, Eurostat, más de uno de cada dos jóvenes españoles no tiene trabajo. Mientras, en los países de la eurozona la cuota se situó a finales de 2013 en casi un 24 por ciento.
A inicios de año, el interés de los españoles por Alemania superó las expectativas del gobierno alemán. La enorme afluencia de solicitudes agotó los fondos alemanes para cursos de idiomas y ayudas en los primeros meses del año en curso.
Las subvenciones se engloban dentro del programa para luchar contra las elevadas tasas de desempleo en la Unión Europea MobiPro-UE. Para este año, el Ministerio de Trabajo alemán había previsto unas ayudas de 48 millones de euros. Sin embargo, después de tres meses se dieron cuenta de que no serán suficientes y tuvieron que frenar los programas a la espera de que el gobierno apruebe nuevas ayudas.
En 2013, casi 1,000 españoles recibieron formación profesional en la mayor economía de Europa.
De acuerdo a la Oficina de Estadística de España, muchos de los que deciden emigrar lo hacen rumbo a Alemania, Francia e Inglaterra, pero también muchos deciden probar suerte en países de Latinoamérica y África.
Fernando Cardona Gómez es uno de los que ha optado por Alemania. En otoño comenzará su etapa de formación en Bosch como experto en mecatrónica. "En Alemania hay más oportunidades para la gente joven", opinó el español de 18 años.
Actualmente vive en Barcelona, pero ahora busca un piso en la localidad de Heilbronn, en el sur de Alemania. Pero, ¿por qué dejar el suave clima mediterráneo de Cataluña? "Quería ganar mi propio dinero", contesta enseguida. En España vivía a costa de su familia. Ahora sueña con ser ingeniero en algún momento y cuenta con la ventaja de no tener una novia en Barcelona que tenga que esperarlo durante su periplo por el centro de Europa.
El joven tendrá el apoyo de Bosch para recibir un curso de alemán, en la búsqueda de piso o cualquier otra cuestión de organización. El grupo alemán destinará un total de 7.5 millones de euros para esta iniciativa de formación profesional.
Junto a los 50 españoles que ocuparán una plaza de aprendiz en Alemania, el grupo formará a otros 50 jóvenes en Italia, Portugal y España.
No obstante, abrirse camino en Alemania no es fácil. Muchos deciden hacer de nuevo las maletas y regresar. Ese es el caso, por ejemplo, de un grupo de nueve españoles que recibieron un puesto de aprendiz en Ulm el pasado año gracias a la cooperación de la Cámara de Artesanos de la región. Sólo cuatro de ellos se han quedado.
"Muchos regresaron por razones familiares", explica Jörg Schmieder, que coordina el proyecto para traer a jóvenes para ocupar vacantes de formación profesional.
Las empresas alemanas siguen necesitando a los jóvenes del sur de Europa. Para el próximo año, cerca de 50 empresas han presentado ya solicitudes para traer a 100 aprendices.
En Alemania, los jóvenes se decantan cada vez más por estudios universitarios. En 2013, sólo hubo 1.4 millones de aprendices, más de 300,000 menos que en 2000.