Ernesto Mizrahi Haiat, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), destaca que ante esta tendencia del sector autotransporte, algunos firmas agrupadas en este organismo (Global Armor, TPS Armoring, Auto Safe y Total Shield), desde hace varios años blindan unidades pesadas. Entre enero y mayo del presente, han acorazado casi 30 automotores de carga. Se estima que al cierre de año el total llegaría a los 55 – 60 unidades.
“Actualmente en el país las blindadoras buscan materiales de calidad probados en laboratorios certificados por especialistas en el tema, es muy fuerte el impulso que se dio este año al desarrollo e investigación para reducir el peso de los vehículos blindados y los camiones no son la excepción, para lo cual los socios de la AMBA destinan hasta 5 millones de dólares anuales en investigación”, refiere el directivo.
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Para 2017, añade José Eduardo Llanos Valderrama, titular de la compañía Global Armor, con la implementación de productos opacos, cristales más ligeros, y materiales más resistentes; buscamos que los materiales como la fibra de carbono, arámidas, vidrios y el acero disminuyan un 25 a 30 por ciento el peso del acorazado, y que puedan detener los proyectiles de rifles calibre AR-15 y AK47, que es el armamento más común utilizado para el robo de mercancías en tránsito.
“El transportista recurre al blindaje de equipo pesado primero para proteger la vida de su operador y después porque ciertas aseguradoras lo exigen. Lo que blindamos es exclusivamente la cabina y los Niveles más solicitados son el III, IV y IV Plus, con precios que oscilan entre los 32 a 36 mil dólares para Niveles III, y entre 50 y 60 mil dólares para niveles IV y IV plus”, comenta Llanos Valderrama.
Por su parte, el director general de la firma Auto Safe, Esteban Hernández, aseguró que en la actualidad la tendencia en la industria automotriz es hacer automotores más ligeros, por lo que es un reto para el blindaje hacer trabajos más dinámicos al incorporar nuevas tecnologías, sobre todo en camiones pesados, pues en este caso, el blindaje debe ser más ligero y emplear materiales que vayan acorde con la resistencia balística sin sumar demasiado peso a la unidad.
Hay una fuerte tendencia para blindar camiones de carga –comenta Esteban Hernández-. En antaño los camiones comúnmente reforzados eran para traslado de valores y policiales para traslado de reos o antimotines. Hoy existen vehículos acorazados que mueven millones de pesos en equipos electrónicos, teléfonos móviles o abarrotes, que no tan fácil se les puede detener para robarles, pues además del GPS y custodias físicas o virtuales, está equipado con runflat y sobre todo un blindaje de calidad con el sello AMBA.