"Estamos convencidos de que el crecimiento y desarrollo interno es nuestro principal objetivo y, por la relevancia de esta industria como motor que impulsará el crecimiento económico y el empleo, nuestras acciones deberán estar tendientes a promover la rentabilidad, aumentar la inversión y la sustentabilidad de nuestros negocios", dijo Guillermo Prieto Treviño, presidente ejecutivo de la AMDA.
Al inaugurar la décima edición del Foro Automotor, Prieto Treviño expuso los temas que conforman la estrategia de la asociación de cara al nuevo gobierno:
- Incremento al financiamiento.
- Ordenamiento a la importación ilegal de automóviles.
- Estrategia integral fiscal.
- Reordenamiento del impuesto sobre la tenencia.
- Simplificación en materia de prevención del lavado de dinero.
- Régimen tributario de automóviles híbridos y eléctricos.
- Deducibilidad y depreciación acelerada.
- Reconocimiento de la inflación en los inventarios de las distribuidoras.
- Registro Público Vehicular.
- Regulación excesiva.
- Informalidad.
El directivo expuso que el fomento del mercado interno y su protección, favorecen el crecimiento de la industria automotriz, la cual es una de las más importantes de nuestro país al aportar, en 2017, el 2.9 por ciento del PIB nacional y el 18.3 por ciento del manufacturero.
"En 2017 el PIB de la industria automotriz creció 4.6 veces más que el PIB nacional, 9.4 por ciento contra el 2 por ciento, en comparación con el año previo", agregó el dirigente, quien señaló que, de 1993 a 2017, el PIB de la industria automotriz creció más del doble que el PIB manufacturero y el PIB nacional.
Otro punto a destacar de esta industria el de la generación de empleos; informó que, en el sector automotriz nacional trabajan 1.9 millones de personas.
Otro punto que el dirigente de los concesionarios apuntó, fue el de la inversión extranjera directa que, en el periodo 2000-2017 alcanzó un total de 60,677 millones de dólares, lo que supone el 12 por ciento del total nacional.
Por otra parte, Prieto Treviño recordó que, en 2017 la balanza comercial automotriz generó un superávit de 70,766 millones de dólares, lo que significa que duplica los ingresos por remesas.