Renault nombra como "número uno" a De Meo, el gran artífice de reflotar Seat

Renault nombra como "número uno" a De Meo, el gran artífice de reflotar Seat

Renault nombró este martes nuevo consejero delegado a Luca de Mea, el directivo italiano que reflotó Seat y que ahora tiene la misión de poner orden al fabricante francés que lleva más de 14 meses tambaleante desde que la justicia japonesa defenestró a su predecesor Carlos Ghosn.
El presidente de Seat, Luca de Meo.

El consejo de administración, reunido en su sede de Boulogne Billancourt, a las afueras de París, confirmó en un comunicado el nombramiento de Luca de Meo a partir del 1 de julio, algo que era un secreto a voces desde hace semanas, y en particular desde que el pasado 7 de enero dejara la presidencia de Seat.

El consejo, bajo la presidencia de Jean-Dominique Senard, decidió que De Meo sustituya a la consejera delegada provisional, Clotilde Delbos, quien pasará a ser su "número dos" a partir de julio.

"El consejo de administración ha considerado que Luca de Meo reúne, por su recorrido, su experiencia y su éxito en funciones precedentes, todas las cualidades para contribuir al desarrollo y a la transformación del grupo Renault en todas sus dimensiones", señala el comunicado.

Para el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, la alianza Renault-Nissan-Mitshubishi será "relanzada" con el nombramiento, que calificó de "excelente noticia".

"Con este nombramiento y el del nuevo equipo directivo de Nissan al final del año pasado, así como el próximo anuncio de nuevos proyectos industriales entre Renault, Nissan y Mitsubishi, la alianza se ve relanzada en una lógica de conquista", expresó Le Maire.

De Meo, milanés de 52 años, ha conquistado a los administradores de Renault por su visión, su perfil internacional (además de italiano, habla perfectamente francés, inglés, español y alemán) y, sobre todo, por su experiencia.

Lleva cerca de 30 años en el sector automovilístico. Antes de ponerse al frente de Seat en noviembre de 2015 había trabajado en Fiat, Toyota, Volkswagen e incluso en Renault, donde inició su carrera en 1992.

Pero, sobre todo, aparece como el gran artífice de la recuperación de la marca española, que cuando llegó llevaba años atascada con números rojos y que en 2018 -el último ejercicio del que se conocen las cifras definitivas- obtuvo 294 millones de euros de beneficios con casi 10,000 millones de facturación.

De Meo dirigió la mayor ofensiva de lanzamiento de nuevos coches realizada por Seat.

Además, puso en marcha una división encargada de desarrollar productos y servicios para la movilidad urbana para todo el grupo Volkswagen que, entre otras cosas, ha sacado al mercado un patinete eléctrico y ha anunciado una moto eléctrica en 2020 en colaboración con el fabricante Silence.

Ahora le toca demostrar que sus conocimientos y su olfato sobre el futuro del sector lo puede aplicar a una empresa convaleciente como Renault, que el pasado año vio sus ventas mundiales caer un 3.4 por ciento con 3 millones 753,723 coches.

El grupo del rombo, en el que el Estado francés tiene una participación del 15 por ciento, llevaba desde el 11 de octubre con un trío directivo provisional formado por la responsable financiera, Clotilde Delbos, apoyada por el director de fabricación y logística, el español José Vicente de los Mozos, y por el director comercial, Olivier Murguet.

La detención en noviembre de 2018 del que era entonces su "número uno", Carlos Ghosn, en Japón por diversas acusaciones de malversación y fraude fiscal al frente de Nissan abrió una grave crisis de gobernanza interna de la que Renault no ha sabido desembarazarse.

Peor aún, se abrió un peligroso distanciamiento de su socio Nissan, que ha puesto en entredicho toda la estrategia de futuro del fabricante francés y ha hundido la cotización de sus acciones, pese a la efervescencia de los mercados en ese periodo.

Los títulos de Renault, que valían más de 60 euros a finales de noviembre de 2018 (había rozado los 100 en abril de ese año), terminaron este martes a 35.55 euros, tras ganar un 1.30 por ciento en la sesión.

Uno de los principales retos del fabricante francés -si no el mayor- es restablecer las relaciones con Nissan (en el que Renault es el principal accionista, con el 43 por ciento del capital), para lo que hay un consejo de la alianza programado este jueves en Japón.

Se trata de poner en marcha proyectos operativos y, según Le Monde, podría haber anuncios de sinergias en vehículos eléctricos o electrificados. No se descartan también en el terreno industrial.

Otro de los grandes desafíos es redefinir una estrategia comercial en la que necesariamente, a causa del endurecimiento de las nuevas reglas europeas de contaminación, cobrarán más peso los modelos eléctricos, que en 2019 representaron únicamente un 2 por ciento de sus ventas.

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