Debido a los altos índices delictivos la seguridad ya no es un lujo, es una necesidad: CNIB

Debido a los altos índices delictivos la seguridad ya no es un lujo, es una necesidad: CNIB

De acuerdo con información del SESNSP, en el periodo de enero a abril de 2020, englobando todos los delitos registrados, el Estado de México cuenta con 105,857, la Ciudad de México con 70,963, Jalisco con 42,537, Guanajuato con 42,527 y Baja California con 31,277, siendo los estados con mayor índice de delincuencia en el país.

Por otra parte, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Marzo 2020), realizada por el INEGI, da a conocer que el 73.4 por ciento de la población mayor de 18 años considera que vivir en su ciudad es inseguro.

René Fausto Rivera, presidente de la Comisión Ejecutiva del Consejo Nacional de la Industria del Blindaje, indica que el alto índice de violencia que se vive en todo el país, sobre todo en las principales ciudades, causa que la gente busque sus propias medidas de protección.

“La delincuencia organizada se ha preparado, por eso son comunes los secuestros y las extorsiones virtuales, como lo sucedido recientemente con los médicos de Monterrey, eso la gente lo percibe y busca como protegerse… bardas más altas, muros electrificados, pero como no es suficiente, entonces ponen guardias, que no solo estén armados, sino que estén capacitados en el manejo de armas, de protección personal y de seguridad; buscan impedirle a la delincuencia que entre a su entorno laboral y familiar”, explica René Fausto Rivera.

Ante esta situación de violencia y robos, la seguridad se ha convertido en una necesidad, pero no es considerada como tal para las autoridades hacendarias, que la tienen tipificada como un artículo de lujo. “A pesar de que nosotros apoyamos a que la seguridad mejore, las inversiones en seguridad no son deducibles de impuestos”, asegura Rivera.

Al respecto, Jonathan Orjuela, presidente de la Comisión de Fabricantes de Vidrios Blindados, explica que debido a que en todas las ciudades se viven actos vandálicos todos los días, la seguridad y el blindaje se han convertido en una necesidad.

“Los gobiernos deberían de voltear a ver el blindaje como un bien de primera necesidad, ser deducible, reducir ciertos costos que a su vez permitan darle un mayor alcance dentro de la sociedad y que cada vez más personas puedan adquirir bienes que los hagan sentir seguros”, señala Orjuela.

Jonathan Orjuela aclara que, en estos momentos, el enfoque de la industria del blindaje no es el de aprovecharse de una situación de temor o especulación, sino brindarle a la gente las herramientas necesarias para sentirse seguros. “¿Qué pretendemos nosotros? que nuestros clientes nunca usen el blindaje para lo que fue diseñado, pero en el momento que lleguen a necesitarlo, queremos que tengan la seguridad de que va a tener un poco más de tiempo para reaccionar y pedir ayuda, o que van a tener el tiempo suficiente para desalentar al atacante mientras se ponen a salvo, eso es lo que nosotros buscamos con todos nuestros consumidores, darles el tiempo suficiente para que escapen a bordo de sus vehículos blindados en una situación de peligro o estén lo suficientemente resguardados”, explica.

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