En una rueda de prensa, el presidente de la JAMA, Toshiyuki Shiga, detalló que a raíz del desastre nueve empresas japonesas del motor mantienen paradas sus fábricas en Tailandia, principalmente a causa de la falta de piezas.
Las inundaciones, que han causado la muerte de al menos 320 personas, han golpeado la cadena tailandesa de suministros, en una situación que fuentes de la industria citadas por el diario económico Nikkei comparan con los problemas que afrontaron los proveedores en Japón tras el devastador terremoto de marzo.
"Los fabricantes están estudiando alternativas, como el envío de las piezas desde Japón o desde otros países", indicó el presidente de la JAMA.
Entre los que han decidido detener su producción en Tailandia se encuentra el gigante Toyota Motor, que la ha parado hasta el próximo sábado, cuando estudiará su eventual reapertura en función de la situación.
Mitsubishi Motor ha suspendido sus operaciones desde hoy al agotar sus existencias de componentes, según la agencia local Kyodo, mientras Mazda Motor, que la semana pasada había reanudado su producción tras paralizarla el 11 de octubre, la volvió a detener este miércoles.
Nissan Motor también mantiene su actividad suspendida en principio hasta el 28 de octubre, al tiempo que Honda Motor tiene cerrada su fábrica de la provincia de Ayuthaya desde el 4 de octubre y su planta de motocicletas en Bangkok desde el 12 de este mes.
El año pasado las empresas niponas del motor produjeron en Tailandia 1.6 millones de coches, según datos de la JAMA.
Se calcula que, en total, unas 430 filiales de empresas japonesas en Tailandia han sufrido daños a causa de las inundaciones en el país asiático.