Al respecto, mencionó que las razones para renovar las unidades de transporte pesado van desde proporcionar a la empresa una mejor imagen, pero de manera más objetiva, incorporar una mejor tecnología que proporcione ahorro de combustible, menos emisiones de contaminantes y una superior seguridad pasiva y activa, que disminuya accidentes.
El Dr. Kato aseguró que una decisión que se tiene que tomar en el país es cómo cambiar los vehículos, considerando que se requieren mejores tecnologías y que seguramente estas tendrán mayor precio, por lo cual se tendría que revisar el costo-efectivo de su implementación.
Para dar mayor comprensión al tema, el investigador de la UAM-A describió los diferentes métodos que se pueden considerar en la renovación de unidades, como el método contable (depreciación), los de contabilidad analítica (desagregación de las cuentas de la contabilidad), el margen de utilidad anual (utilidad de la operación de las unidades) y el método de costo anual de posesión del vehículo (suma de costos anuales de depreciación).
Aclaró que, para aplicar cualquier método, se requiere un sistema de información que ofrezca variables tales como: kilómetros recorridos al año por la unidad, consumo de combustible y edad del equipo, precio de combustible, costos variables anuales (o de operación), precio de adquisición y edad, otros costos anuales en función de la edad del vehículo.
Los beneficios de la renovación son amplios, y se perciben en la propia empresa, pero también en la sociedad, al circular en calles y carreteras vehículos que contaminan menos, además de que se logra una mayor productividad y competitividad en la empresa.