Una "expedición al infierno" pone en la mira al metro de Buenos Aires

Una "expedición al infierno" pone en la mira al metro de Buenos Aires

Un frente político de oposición realizó este lunes una "expedición al infierno", una "performance" con la que buscó denunciar las deficiencias en el servicio del metro de Buenos Aires que a diario padecen algo más de un millón de viajeros, pese a los constantes aumentos en el precio del pasaje.

Simulando un recorrido turístico guiado por el nodo del subterráneo que se esconde cerca del emblemático Obelisco capitalino, la peculiar medida de protesta fue llevada adelante por Marea Ciudadana, una coalición política progresista que se opone a las políticas del Ejecutivo local, encabezado por el macrista Horacio Rodríguez Larreta.

Megáfono en mano, un guía explica a supuestos turistas extranjeros, mitad en español, mitad en inglés, cómo son las peripecias que deben afrontar cada día los usuarios de las seis líneas del metro de Buenos Aires, el más antiguo de Latinoamérica, fundado en 1913.

"Si no ven a un argentino, es porque no pueden pagar las tarifas", les dice el guía, mientras en la hora pico, a una temperatura "infernal", cientos de pasajeros se agolpan en el andén y pujan por entrar en un tren ya atiborrado.

Bajas frecuencias, vagones sin aire acondicionado, mal funcionamiento de ascensores y escaleras mecánicas, falta de estaciones con accesibilidad, vagones viejos y en mal estado y hacinamiento en las horas pico son algunos de los ingredientes de esta "expedición al infierno".

"Estamos haciendo esta intervención porque estamos cansados de viajar mal en el subte. Los subtes andan mal y además las tarifas son impagables", dijo a Efe Andrea Conde, legisladora de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, de orientación kirchnerista.

El metro de Buenos Aires es operado por la empresa Metrovías, que tiene esta concesión desde 1994.

Para Martín Ovando, de Marea Ciudadana, el servicio tiene "problemas de seguridad" serios, como el "hacinamiento cuando hace calor" y la "inundación de la red" cuando llueve, deficiencias en los que, asegura, Metrovías y el Ejecutivo capitalino tienen una "responsabilidad compartida".

"Metrovías es la responsable directa de esta situación que vivimos los pasajeros todos los días. Y el Gobierno de la ciudad es el responsable de última instancia, el que concede el servicio, el que lo tiene que regular y el que lo tiene que controlar", dijo Ovando a Efe.

Semanas atrás, un tribunal de Buenos Aires ordenó a Metrovías no cobrar el pasaje en aquellas estaciones donde no funcionen las escaleras mecánicas o los ascensores, un fallo que ya fue apelado por la empresa.

A finales del año pasado, la Legislatura capitalina aprobó una norma que obliga al metro a garantizar el acceso a las personas con discapacidad o movilidad reducida en todas las estaciones, pero la ley da un plazo de veinte años para hacer todas las adecuaciones necesarias.

"El tema de la accesibilidad es muy preocupante. Hay gente que no puede entrar al subte porque las escaleras mecánicas o los ascensores casi no funcionan", denunció Conde.

El año pasado, las autoridades lanzaron una licitación para renovar la concesión del servicio de mantenimiento y operación del metro por un período de doce años.

En la competencia están, además de Metrovías, dos consorcios liderados por las francesas RATP (metro de París) y Keolis, pero desde Marea Ciudadana piden que el servicio, que utilizan 1.1 millones de personas por día, pase a ser operado por el Estado capitalino.

Los manifestantes cuestionaron que los fallos de servicio persisten pese a los constantes incrementos de tarifas, el último de ellos este mes, cuando el boleto aumentó a 16.50 pesos (unos 40 centavos de dólar).

Hace tan solo un año, el pasaje costaba 7.5 pesos (18 centavos de dólar).

"Estos aumentos se llevaron adelante bajo la promesa de que iba a mejorar al servicio. Sin embargo, seguimos con el mismo servicio y las tarifas solo van a engrosar los bolsillos de los empresarios de la concesión del servicio", lamentó Ovando.

El próximo incremento se espera para abril, cuando viajar en subte costaría 19 pesos (47 centavos de dólar), y desde mayo la tarifa sería de 21 pesos (poco más de 50 centavos de dólar).

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