El gobernador recién nombrado del Banco Central de Irán, Abdolnasser Hemmati, anunció la semana pasada nuevas políticas monetarias estatales para ayudar al mercado de divisas en problemas.
De acuerdo con las nuevas políticas, el gobierno ya no otorgará subsidios en dólares a un tipo de cambio preferente a los productos importados, a excepción de los artículos esenciales y medicamentos.
Los fabricantes de piezas para autos creen que esa política perjudicará más que beneficiará al sector en problemas porque las piezas para autos y las materias primas utilizadas por los fabricantes locales no son consideradas esenciales.
"Después de la implementación de la nueva política monetaria, se prevé un alza de entre 80 y 140 por ciento en los precios de las piezas para autos", declaró el vocero de la Asociación de Fabricantes Especializados de Piezas para Autos de Irán, Arash Mohebinejad.
Los fabricantes y distribuidores de autos "tienen una deuda sin pagar de alrededor de 3,500 millones de dólares con los fabricantes de piezas, de los cuales 1,100 millones de dólares están vencidos", explicó.
En total, 100 fabricantes iraníes de piezas para autos han cerrado sus instalaciones de producción o suspendido sus negocios debido a lo inestable de la situación, indicó Mohebinejad.
La volatilidad en diversos mercados de Irán fue provocada por el retiro de Estados Unidos del histórico pacto nuclear iraní de 2015.
Desde el retiro estadounidense, el valor del rial iraní se ha desplomado a niveles sin precedentes, lo que ha generado estragos en sus industrias dependientes de las importaciones.