En diciembre, el rendimiento fue de un 2.3 por ciento hasta los 71.403, con algunas firmas afectadas por los cierres de fronteras y por ello con las emisiones de suministro de componentes. Esto ha redondeado un año ya de por sí complicado, el peor desde 1984 para los fabricantes de coches de Reino Unido, con la pandemia como la principal responsable del descenso.
Las operaciones de fabricación se vieron gravemente interrumpidas hasta 2020, con los confinamientos y las medidas de distanciamiento social restringiendo el rendimiento de las fábricas, la incertidumbre del Brexit siguiendo hasta Nochebuena y la demanda de un mercado deprimido en los principales destinos de exportación.
La producción de los compradores extranjeros cayó un 29.1 por ciento en su cifra anual, hasta llegar a las 749,038 unidades, mientras que el rendimiento en Reino Unido cayó además en números de dos cifras, hasta llegar al 30.4 por ciento o el equivalente a 171,890 unidades. A pesar de estar en mitad de la pandemia mundial, las exportaciones siguieron impulsando la fabricación de coches en Reino Unido, pese a contar con más de 8 de cada 10 coches fabricados para los mercados extranjeros. Reforzando la importancia de evitar las tarifas de tipo 'sin acuerdo' con Europa, la UE siguió siendo el principal destino de exportación de Reino Unido, consiguiendo una cuota con un 53.5 por ciento, pese a los volúmenes que cayeron un 30.8 por ciento hasta alcanzar las 400,460 unidades.
En otras partes, el comercio con la mayor parte del resto de socio clave de Reino Unido se redujo, en línea con las complejas condiciones de mercado resultantes de la pandemia. Los envíos a Estados Unidos, Japón y Australia cayeron un 33.7, -21.6 y un -21.8 por ciento respectivamente. Las exportaciones a China, a pesar de ello, terminaron el año con un crecimiento de un 2.3 por ciento, y las de Corea del Sur y Taiwán subieron además un 3.6 y un 16.7 por ciento respectivamente, al tiempo que estas naciones viajaron en diferentes trayectorias para hacer a la Covid.
Pese a la complejidad, Reino Unido siguió con el despliegue de los vehículos eléctricos de baterías (BEV), híbridos enchufables (PHEV) y vehículos híbridos (HEV) para compradores en casa y en todo el mundo. La producción combinada de estos modelos subió hasta un 18.8 por ciento en lo que respecta a todos los coches fabricados en Gran Bretaña, subiendo de un 14.8 por ciento del año anterior, con los BEVs que aumentaron su cuota de mercado un 4.5 por ciento, hasta un 3.4 por ciento. Con todo ello, Reino Unido fabricó 172,857 vehículos de combustibles alternativos, con un 79.6 por ciento de ellos exportados, las pruebas de que la capacidad existente del país en la construcción de vehículos es esencial para conseguir un futuro cero neto.
Mike Hawes, consejero delegado de SMMT, destacó: "Estas cifras, las peores de la generación, reflejan el impacto devastador de la pandemia en Reino Unido de cara a la producción de automoción, con los confinamientos por la Covid reduciendo la demanda, las fábricas cerradas y la amenaza de las vidas y el sustento de vida. La industria se enfrenta a 2021 con un mayor optimismo, a pesar de que la vacuna se está suministrando y de la claridad sobre cómo comercializar con Europa, que sigue siendo nuestro mayor mercado de lejos".
"Tel reto inmediato es adoptar las nuevas condiciones, superar las cargas de los clientes adicionales y volver a conseguir nuestra competitividad mundial a la vez que se despliegan los transportes con emisiones cero. Vamos a seguir trabajando con el gobierno para atraer inversiones en producción de batería y la transformación de la cadena de suministros a la vez que llevamos a cabo la transición hacia una movilidad inteligente y sostenible, apoyando los trabajos e impulsando el crecimiento económico a nivel nacional".
Mientras, las últimas previsiones de producción independiente prevén que la producción de coches en Reino Unido se recupere de forma parcial en 2021 hasta llegar al millón de unidades. A pesar de ello, profundizará en relación a las medidas de la Covid aquí y en el extranjero y con la velocidad en la que los showrooms puedan reabrir. Además, los fabricantes están llegando a los términos con los nuevos acuerdos de comercio entre Reino Unido y la UE, acuerdos que son mucho más complicados que los anteriores, pese a evitar el 'sin acuerdo'.
Con más procedimientos onerosos para asegurar la compatibilidad de los clientes, la capacidad de la industria de atraer las inversiones futuras – y aumentar los volúmenes – depende de mantener su competitividad. 2020 fue testigo de una inversión pública de 3,230 millones de libras anunciada por Reino Unido, a pesar de que más del 80 por ciento de esta cantidad se atribuyó a una compañía comprometida con una giga fábrica de baterías. Serán esenciales más compromisos de esta naturaleza para el futuro del sector, que es el mayor exportador del país de artículos, con unos beneficios de más de 78,900 millones de libras al año, empleando a más de 180,000 personas directamente con muchas de ellas en los sectores de venta al por menor y otros sectores indirectos.