La décima cita de la temporada (del 29 septiembre al 2 de octubre) será la primera vez que Camilli competirá en Córcega al volante de un World Rally Car, pero es un rallye en el que el francés tiene fuerte lazos familiares y competitivos.
Terminó cuarto en la general cuando el evento formó parte del Campeonato de Europa de Rallyes en 2014 y reclamó un lugar en el podio con un Ford Fiesta R5 como parte de su temporada en el WRC 2 el año pasado.
Y seis semanas después de que una salida en el primer tramo arruinase sus posibilidades a un buen resultado en el ADAC Rallye de Alemania, Camilli espera que la ventaja de correr en casa le permita lograr un buen resultado en suelo francés.
“Esta es mi carrera de casa en más de un sentido, y un rallye en el que tengo un poco de experiencia. La familia de mi padre es de Ajaccio, por lo que sin duda será muy especial para mí, con tantos amigos y toda mi familia siguiéndome”, ha explicado.
“No es una carrera fácil, pero lo hemos hecho bien allí en el pasado. La primera vez que participé en esta cita fue en 2014, cuando formaba parte del Campeonato de Europa de Rallyes, y terminé cuarto de la general. Será un desafío correr con un World Rally Car, pero nunca se sabe y nunca se puede predecir el resultado en Córcega”.
“Los tramos son muy largos, con muchas curvas cerradas y reviradas. Hay que tener buenas notas y estar totalmente centrado de principio a fin. Alemania fue, obviamente, una gran decepción para nosotros, pero ya es pasado. Nos sentimos bien preparados y totalmente renovados después de un abandono inesperado y determinados para lograr un buen resultado en suelo francés”.
Y después de una temporada irregular sobre asfalto, con abandonos por sendos fallos en el Rallye Monte Carlo y el Rallye de Alemania, Camilli admite que su prioridad ahora es la fiabilidad.
“Nuestro objetivo será ofrecer un rendimiento constante en estas hermosas carreteras, pero si las buenas sensaciones están ahí, espero mostrar un buen ritmo”, ha añadido.