Carlsson nació y creció a un tiro de piedra de la fábrica de Saab en Trollhättan en Suecia, por lo que era apropiado que él no pilotase para ninguna otra marca durante toda su carrera. De este modo, era conocido cariñosamente como “Mr. Saab”.
Después de debutar en competición en 1952, al volante de un Saab 92, no pasó mucho tiempo antes de que el talento natural de Carlsson le llevase a lograr grandes éxitos. Llegó a la cima de la especialidad en 1960 y era un habitual del Campeonato de Europa entre 1960 y 1967.
El sueco tuvo una fantástica capacidad para sacar el máximo rendimiento a los Saab, coches menos potentes que los de sus rivales, a base de ganas y valentía, donde también era muy importante saber conservar los motores, que en aquella época eran de dos tiempos. Además, Carlsson fue uno de los pioneros de la técnica de frenado con el pie izquierdo.
En consecuencia, el estilo de pilotaje de Carlsson era sumamente espectacular, un espectáculo que hizo reunir a miles de seguidores más allá de las fronteras de su país, Suecia.
Con tres victorias en el Rallye de Gran Bretaña, un par de triunfos en el Rallye Montecarlo y éxito en el 1000 Lagos de Finlandia, Carlsson tuvo una muy buena carrera plegada de victorias y, siempre, con una sonrisa en su rostro.
Los rallyes les deben mucho a Carlsson, ya que los triunfos del simpático sueco abrieron la puerta para que otros escandinavos llegasen al máximo nivel de esta especialidad, algo que todavía sucede hoy en día y en el futuro.