El galés llevó su Ford Fiesta RS WRC hasta la séptima posición el año pasado tras un debut muy conservador en la prueba de tierra. Su prioridad fue por entonces acumular experiencia en los tramos, aunque Evans comentó que se sentía frustrado por no ser capaz de demostrar todo su potencial.
“Este será un rallye completamente diferente al del año pasado, donde la atención se centró exclusivamente en llegar a la meta. Aunque aspiramos a tener un buen resultado, espero que podamos demostrar una mejora significativa doce meses después”, ha explicado.
Aunque gran parte del itinerario es nuevo, Evans se muestra indiferente ante la perspectiva de tener que aprender las nuevas carreteras.
“De alguna manera eso es bueno para nosotros, porque no tenemos seis o siete años de experiencia en los tramos anteriores, por lo que sería una gran desventaja. Ahora estará todo más igualado”.
“Los tramos nuevos no me preocupan, me acostumbré a hacer notas nuevas el año pasado”, ha agregado el galés.