En un comunicado, la empresa estatal señaló la noche del lunes que extendió el vencimiento del plazo para el canje de bonos del 17 al 21 de octubre, dando más espacio para su aceptación, dentro de su campaña para convencer a los poseedores de los papeles.
PDVSA propuso cambiar los bonos con vencimiento a 2017 por otros con vencimiento a 2020, lo que involucra un monto total de 5,325 millones de dólares, dentro de los planes para recortar los pagos este año y el próximo.
Estimó que el perfeccionamiento de las ofertas de canje está condicionado, entre otras cosas, a la “oferta válida de al menos el 50 por ciento del monto total de capital de los bonos existentes”.
Señaló que los bajos precios del petróleo afectarán de “manera adversa la capacidad de la compañía de generar flujo de caja de operaciones, lo que perjudicará su capacidad de hacer pagos programados de su deuda existente, incluyendo los bonos”.
“El perfeccionamiento de las ofertas de canje mejoraría la posición de liquidez de la compañía a corto plazo”, indicó.
En consecuencia, prosiguió, “si las ofertas de canje no son exitosas, podría ser más difícil para la compañía hacer pagos programados de su deuda existente, incluyendo los bonos existentes, lo que resultaría en que la compañía evalúe todas las opciones alternativas".
La deuda financiera de PDVSA está estimada en alrededor de 47,000 millones de dólares.
El diputado José Guerra, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, advirtió que PDVSA “no tiene cómo pagar los bonos a vencerse a finales de 2016 y durante 2017".
Señaló que la declaración de Pdvsa evidencia el fracaso del canje de bonos propuesto y la amenaza de un default de su deuda.