El fin de una era: Ferdinand Piëch abandona su puesto al frente de VW

El fin de una era: Ferdinand Piëch abandona su puesto al frente de VW

Tras días de especulaciones, declaraciones cruzadas, desmentidos y filtraciones varias, la "telenovela" vivida las dos últimas semanas en la cúpula de Volkswagen terminó hoy con el anuncio por sorpresa de la dimisión de Ferdinand Piëch, el patriarca de la mayor automotriz de Europa.

Las inquinas personales y las posibles alianzas secretas para derrocar supuestamente al director ejecutivo, Martin Winterkorn, desde que Piëch anunciara hace 15 días que se había "distanciado" del mismo, acabaron haciendo insostenible la situación.

Junto a él, su esposa, Ursula Piëch, dejará también con efecto inmediato su puestos en el consejo que ocupaba desde 2012, dentro de la estrategia del directivo para salvaguardar su legado a su muerte.

"Los miembros del consejo están de acuerdo en que debido a lo vivido las últimas semanas ya no existe la confianza mutua necesaria para poder llevar a cabo un trabajo conjunto exitoso", escribieron los directivos en un comunicado emitido hoy.

"Damos por sentado que el señor Piëch no quiere dañar Volkswagen con su participación accionarial en la empresa. Es la obra de su vida", afirmó Berthold Huber, que asumirá la dirección del consejo de manera interina hasta la elección de un nuevo presidente.

"Se trataba de acabar con el conflicto", agregó negando que esta salida vaya a suponer un cambio en la cultura de liderazgo. "Ya no se podía solucionar la pérdida de confianza".

Por su parte, el primer ministro de Baja Sajonia, Stephan Weil, que ocupa uno de los 20 puestos en el consejo de la automotriz, afirmó que la discusión de las últimas dos semanas fue "perjudicial" para Volkswagen.

"Se produjo toda una oleada de debates personales. El consejo debía por ello conseguir la necesaria transparencia", señaló al mismo tiempo que lamentó la salida de Piëch, algo que al final fue "inevitable".

"Sin caer en la exageración, una cosa está clara y es que es una de las personalidades más importantes de la historia empresarial de Alemania", agregó.

Temido y admirado, obsesivo del poder y de los coches, el jefe del consejo de vigilancia del grupo desde 2002, parecía contar con el poder para aplastar a posibles rivales con pocas palabras, por eso la declaración sobre Winterkorn fue calificada por la prensa de "ejecución". Sin embargo, en esta ocasión parece que el juego de poder se torció para el directivo de 78 años.

El viernes los rumores en torno al gigante automotor hablaban ya de una escalada tal que hacía entrever una posible salida de Piëch, conocido por su fuerte personalidad, en el caso de que siguiera presionando con acabar con Winterkorn.

La tensión en la cúpula de Volkswagen (VW) llevó al primer ministro de Baja Sajonia a hacer un llamamiento a favor de una mayor profesionalidad entre los directivos.

Las familias Porsche y Piëch mantuvieron una reunión de emergencia en Austria la pasada semana para intentar solucionar el conflicto desatado por las declaraciones del patriarca, nieto de Ferdinand Porsche, el legendario fabricante de coches y creador del "escarabajo" de Volkswagen.

Sin embargo, Piëch sufrió un desacostumbrado revés cuando el núcleo duro del consejo de vigilancia -formado por miembros de las familias Piëch y Porsche, accionistas, autoridades regionales y sindicatos- respaldó al ejecutivo de 67 años e incluso propuso prolongar su contrato más allá de 2016 para que siga dirigiendo la empresa "de forma tan activa y exitosa como hasta ahora".

A pesar de ese revés, fuentes internas aseguraron el jueves a la agencia dpa y otros medios alemanes que el poderoso jefe del consejo de vigilancia, Ferdinand Piëch, seguía firme en su deseo de destituir a Winterkorn antes de la asamblea general de la compañía el 5 de mayo.

"Esto provocó que el bloque de apoyo a Piëch comenzara a resquebrajarse", escribió hoy el diario económico alemán Handelsblatt. Los miembros del consejo le reprocharon no acatar la decisión tomada. "Debido a ello varios miembros del consejo de vigilancia no ven sostenible que Piëch continúe en su puesto", apuntó el viernes la publicación germana Der Spiegel.

El propio Piëch intentó calmar las aguas negando buscar esa salida: "Hablamos la semana pasada y acordamos cooperar. No impulso la destitución de Martin Winterkorn", dijo el directivo de 78 años al diario Bild. Sin embargo, los críticos calificaron esta declaraciones de "poco creíble". La lucha de poder terminó hoy con la salida por sorpresa de Piëch del consejo.

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